_
_
_
_
_

Editores y libreros censuran de nuevo el descuento de las cooperativas

Buenas palabras y mucha simpatía ha vendido el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, a las diferentes asociaciones del sector editorial con las que se ha reunido durante los últimos 15 días. El 2000, con prórroga de los presupuestos, será un año de continuidad, les anunció. Las reivindicaciones serán atendidas en el 2001 y todo hace prever que se negociarán a través del recientemente creado Instituto Catalán de las Industrias Culturales, que dirige el economista Jordi Penas.

Los encuentros han sido definidos por los representantes de los editores y libreros como visitas de cortesía. Vilajoana recibió el lunes 14 de febrero a la Cambra del Llibre, organismo que agrupa a editores, libreros, distribuidores y al sector gráfico. La reunión giró en torno a un tema monográfico que preocupa desde hace tiempo al sector: los descuentos que aplican las cooperativas en la venta de libros y que superan con mucho a los que la Ley del Libro permite: el 5% en general, el 10% en casos especiales, como el Día del Libro o las ferias, y el 12% en los libros de texto, porcentajes que contrastan con el 17% o más de descuento que ofrecen las cooperativas. "Es un problema político y quién es el guapo que modifica esta situación", afirmó Guillem Tarrida, de la Llibreria 22 de Girona, miembro de la comisión de libreros. "Con la ley en la mano todos tenemos razón; ellas, porque se acogen a la Ley de Cooperativas de la Generalitat y nosotros porque nos amparamos en la Ley del Libro, que estipula el precio fijo".

"Parece que seamos agresivos con las cooperativas, pero son ellas las que actúan agresivamente con nosotros", dijo ayer Tarrida, quien señaló que la Ley del Libro afecta a toda España y la de Cooperativas sólo a Cataluña. Puso como ejemplo el caso de la cooperativa Abacus, que ha abierto local en Madrid y allí sólo puede aplicar los descuentos que estipula la Ley del Libro. "Hemos hablado con todos los estamentos y partidos e incluso hace dos años comparecimos ante el Parlamento, pero sólo hemos obtenido buenas palabras", añadió Tarrida. Vilajoana les contestó que es el cuarto consejero de Cultura que se encuentra con el problema y que él no es Superman.

La Associació d'Editors en Llengua Catalana presentó a Vilajoana, el pasado viernes, su nueva junta directiva, presidida por Manuel Sanglas. No pidieron ni reivindicaron nada, aunque sí le recordaron que la política de ayuda a la edición en catalán no se ha modificado en 20 años y que es necesario actualizarla, en especial en lo que se refiere a subvenciones. El jueves anterior, el consejero de Cultura se reunió con representantes del Gremio de Editores de Cataluña, que tampoco pidieron nada, aunque volvieron a sacar el problema de las cooperativas, el precio fijo de los libros y cuestiones fiscales, entre otros asuntos.

Las tres reuniones fueron largas y "muy cordiales", según algunos asistentes...

Vicens Gimenez
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_