Elorza y Arana intercambian graves acusaciones sobre una presunta especulación urbanística
Las desavenencias políticas que arrastran el alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, y el portavoz municipal de EA-PNV, Enrique Arana, han entrado en un terreno muy resbaladizo. Ambos intercambiaron ayer en el pleno municipal graves acusaciones sobre la supuesta venta especulativa de los edificios de la antigua fábrica de Contadores, en el barrio de Bidebieta, donde el Ayuntamiento pretende construir 227 viviendas -65 de protección oficial-. Esta nueva controversia no hace sino reabrir una disputa personal que comenzó tras las elecciones municipales.
La decisión del equipo de gobierno de estudiar la modificación del Plan General para transformar el área de Contadores en una zona residencial suscitó ayer una enconada polémica entre Elorza y Arana. Ambos emplearon duras palabras para acusarse de actuar incorrectamente en este caso, que se remonta a 1994 y ha seguido varios episodios desconocidos hasta la actualidad.La parcela de Contadores en Bidebieta, 22.000 metros cuadrados para usos comerciales según consta en el Plan General, fue adquirida en junio de 1997 por la empresa Guardaplata por 525 millones a una junta de acreedores, de la que formaban parte la Hacienda foral, la Seguridad Social, el Fondo de Garantías Salariales (Fogasa), la SPRI y la Kutxa. Previamente, en 1994, los acreedores vieron frustrada la venta de este suelo por 1.100 millones, según detalló ayer Elorza.
El mandatario donostiarra detalló con pormenores todas las vicisitudes que han rodeado a Contadores, unos edificios en estado ruinoso que en los últimos años han dado cobijo a actividades muy molestas para uno de los barrios más deprimidos de San Sebastián. Elorza desveló que, tras la venta por 525 millones a Guardaplata, en mayo del año pasado, "sospechosamente en vísperas de las elecciones", se produjo un "cambio radical". Fue cuando "entra en juego un constructor interesado, el señor Uría, que se pone en contacto con Guardaplata y se opera una modificación en las escrituras de propiedad para recalificar los terrenos y construir viviendas". El concejal de Planeamiento Urbanístico, el socialista Jorge Letamendía, precisó que en esa fecha los usos terciarios del solar "valían en el mercado 1.600 millones de pesetas", más del triple de lo que pagó Guardaplata. El alcalde donostiarra instó a la Diputación de Guipúzcoa a abrir una investigación por si existió una operación especulativa en la "misteriosa" reventa sustanciada en mayo de 1999 a favor de la constructora Altuna y Uría.
Plusvalías
"Aquí se ha operado una especulación galopante", afirmó Elorza, "porque un bien público pasa de valer 525 millones a venderse por 1.600 millones". El alcalde socialista exigió a la Hacienda foral que reclame la cotización resultante de las plusvalías obtenidas por la compraventa, y además deslizó que esta operación se fraguó siendo Enrique Arana concejal de Urbanismo en la pasada legislatura, cuando PSE, EA y PNV eran socios de gobierno. La discusión se encendió tras una interpelación plenaria de EA-PNV, en la que los nacionalistas acusaron al equipo de gobierno de "repartir un beneficio suculento" a la empresa propietaria de Contadores con la recalificación de la parcela.
Arana preguntó en su escrito por qué el Ayuntamiento "sanciona un convenio tan favorable a los propietarios privados", y criticó al equipo de gobierno por no ofertar todas las viviendas en régimen de protección oficial.
En la contestación, Elorza replicó que las acusaciones de Arana "son falsas" y se formularon "de mala fe". Matizó que el Ayuntamiento todavía no ha aprobado el convenio con la propiedad de Contadores, sino que ha sacado a exposición pública un avance para modificar el Plan General que posibilite convertir el suelo para usos residenciales. Incluso llegó a avanzar que el proyecto de urbanización de Contadores puede irse al traste si el convenio con los propietarios del solar no es satisfactorio para los intereses públicos. También puntualizó que el Ayuntamiento no puede destinar todos los pisos a vivienda protegida porque "no somos los dueños de esos suelos".
Por último, Elorza recordó que EA-PNV vertió la semana pasada acusaciones personales infundadas contra él por la presunta adjudicación a dedo de unos contratos para una exposición, y encuadró la nueva interpelación dentro de una campaña de "ataques sin base, fruto del resentimiento por no haber digerido su derrota".
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