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Atacada la catedral de Kaduna en otro día de choques entre cristianos y musulmanes

La policía de Nigeria impidió ayer un intento de quemar la catedral católica de la ciudad de Kaduna, epicentro de los violentos enfrentamientos vividos esta semana entre grupos de católicos y musulmanes. La catedral de St. Joseph ha sido puesta bajo una fuerte vigilancia.Los enfrentamientos entre católicos y musulmanes que demandan la implantación en el Estado de Kaduna de la ley islámica o sharia han dejado ya 400 víctimas, según algunas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, aunque algunos habitantes de la ciudad afirman que el recuento total no bajará de los 1.000 muertos. Los testigos aseguran que ambos bandos son igualmente culpables de las atrocidades cometidas durante estos días, que incluyen el asesinato y la quema de adultos y niños y los incendios de iglesias y mezquitas.

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El intento de quemar la catedral se produjo poco después de que los clérigos musulmanes de esta ciudad del norte del país hicieran un llamamiento a la paz durante las plegarias del viernes. Para evitar nuevos enfrentamientos, las mezquitas tuvieron ayer una fuerte protección policial, sin embargo, los servicios religiosos católicos de mañana domingo se han convertido en otra fuente de preocupación para las autoridades.

Mientras, los muertos han comenzado a ser enterrados en fosas comunes. No sólo para evitar el riesgo de epidemias. Las autoridades pretenden pasar página cuanto antes sobre este episodio de violencia que podría extenderse a otros Estados y desestabilizar el país.

El presidente de Nigeria, Olusegung Obasanjo, cristiano y originario del sur del país, se enfrenta a su más difícil desafío desde su llegada al poder el pasado mayo, que puso fin a 15 años de dictadura a cargo de militares del sur. El clamor que pide la introducción de una organización social según las reglas islámicas ha crecido en el norte conservador de mayoría musulmana, desde que el balance de poder se inclinó hacia una mayor permisividad tras el fin de la dictadura.

Tras un largo silencio, el presidente declaró el jueves que la instauración de algunos castigos contemplados en la sharia, como la lapidación o la mutilación de las manos constituían una "clara violación de la Constitución". Sin embargo, no sólo los musulmanes de Kaduna quieren su aplicación. Ya se ha introducido en algunos Estados del Norte y otros están actualmente estudiando su implantación.

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