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Entrevista:JOSÉ MERCÉCANTAOR

"El flamenco es inspiración y se escribe con faltas de ortografía"

José Soto Soto (Jerez de la Frontera, 1955), tataranieto de Paco La Luz y sobrino de Manuel Soto, Sordera, se enfrentó por primera vez al público con el coro de la basílica de La Merced y ha vendido más de 150.000 ejemplares de su último disco, Del amanecer. Entre ambos hitos quedan diez años recorriendo el mundo junto a Antonio Gades y su participación altruista en el rodaje de Bodas de sangre: "Nos daban un bocadillo y una cerveza y estábamos ocho horas rodando". Así de rica es la historia del cantaor José Mercé, quien hoy (20.00) ofrece junto a Moraíto Chico "un concierto de flamenco clásico" en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián y que mañana (20.00) hace lo propio en el Arriaga de Bilbao.Pregunta. Del amanecer se editó en 1998. ¿En qué ocupa actualmente su tiempo?

Respuesta. Cuando no estoy trabajando estoy en casa, soy bastante hogareño. Y, de vez en cuando, echo mi partidita al mus con mis amigos. Vender tantos discos es una satisfacción personal, nunca se habían vendido tantos en la historia del flamenco, pero sigo siendo el mismo de siempre, con mis mismas amistades y la gente de mi barrio.

P. ¿Está en estado de gracia?

R. Estoy viviendo un momento muy dulce, pero no creo que haya llegado a mi tope, ni mucho menos. Creo que en el flamenco nunca se llega; es una música viva y continuamente se están haciendo cosas frescas y buenas.

P. ¿No lo hubiera tenido más fácil como José Soto?

R. No sé, pienso que hay que hacerse día a día y en el escenario. El apellido importa poco; si no vales, no vales, te llames como te llames. El cantar flamenco exige muchas cosas y es un cante del pueblo y para el pueblo, un cante en el que no valen academias, ni vale na. O naces para cantar flamenco o no cantas. Así de claro.

P. Pues Manolo Sanlúcar dice que el flamenco es matemática.

R. Pues lo siento por mi gran amigo Manolo Sanlúcar, pero no es matemática. En cuanto lo fuera, perdería la magia. Dos y tres no son siempre cinco, a veces son cuatro y medio y entra a compás. El flamenco no es estar con la partitura, es inspiración y se escribe con faltas de ortografía.

P. Algunos artistas han apoyado a partidos políticos en tiempo de campaña. ¿Se le ha pasado por la cabeza hacer algo similar?

R. No. Tengo mis ideales, pero eso tiene que estar fuera del escenario. Todo el que suba con ventajas de apoyar a un partido o a otro no me parece honesto, ni digno. El arte no tiene colores.

P. Aun así, varias cantantes se han erigido en portavoces de las mujeres maltratadas. ¿Qué le pediría usted al Gobierno?

R. Que los terroristas nos dejen tranquilos ya. No queremos guerra, queremos paz y vivir en democracia. Lo único que pediría a este mundo es que se acabaran ya las guerras, los terroristas y las pistolas. Creo en el diálogo y en la democracia, entonces desde aquí digo basta ya.

P. ¿Ya piensa en otro disco?

R. Sí, para octubre. Va a ser un disco flamenco, sin salirnos de la base, de la raíz en ningún momento, pero un flamenco del 2000: renovado, fresco y con letras actuales, de hoy en día.

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