La factoría de La Seda en El Prat reduce a la mitad sus emisiones olorosas

El característico olor que se percibe en algunas zonas de El Prat por la actividad productiva de la factoría de La Seda pronto disminuirá su intensidad actual. La empresa ha concluido la primera fase del plan de descontaminación gradual que puso en marcha el pasado mes de noviembre y que supone la reducción de la mitad de las emisiones contaminantes. La desaparición total de los malos olores, que no llegará hasta el próximo año, requerirá una inversión global de 3.050 millones de pesetas.La primera fase del plan ha consistido en determinar la tecnología que hay que utilizar y en conducir los contaminantes hacia un único foco de emisión. Para poner en marcha esta fase se confeccionó un censo de todos los emisores de contaminantes atmosféricos. Entonces, se construyeron más de 400 metros de conductos para recoger los principales focos de emisión del proceso de fabricación de seda, nueve electroventiladores y una chimenea de evacuación de 41 metros de altura.

Con estas medidas, se han eliminado las emisiones de contaminantes a poca altura y han disminuido el caudal de emisiones y el número de focos. Pero aún debe reducirse la otra mitad de la contaminación, que se emite a través de la chimenea. La segunda fase, que se iniciará a finales de año, incluye la instalación de filtros de depuración de gases.