Enher no logra desencallar la línea de alta tensión

La reunión que los representantes de la compañía eléctrica Enher celebraron ayer a mediodía en el Ayuntamiento de Cassà de la Selva con una representación de entidades y colectivos afectados por la línea de alta tensión de las Gavarres se saldó sin acuerdo. Enher presentó cinco propuestas alternativas y el Ayuntamiento de Cassà, que mantiene paralizada la obra en su término municipal, se comprometió a estudiar con detenimiento la opción escogida. El alcalde, Antoni Baulida, aseguró que la decisión se tomará en unas dos semanas. El desacuerdo reduce el plazo disponible para concluir la línea antes del verano, cuando aumenta considerablemente el consumo, y hace más patente la amenaza de Enher de dejar sin energía eléctrica a los nuevos abonados de gran consumo de unos 20 municipios de la Costa Brava. La compañía mantiene que la línea actual ya ha superado el límite de su capacidad.

A pesar de que dos de las opciones de Enher prevén el soterramiento de la línea, los directivos de la compañía siempre se han mostrado contrarios a esta solución. Los técnicos de la compañía aluden a la complejidad y al encarecimiento de las obras, que deberían recaer en las facturas de los consumidores. La opción con mayores posibilidades es un trazado mixto, en el que la línea se enterraría en las cercanías del municipio para continuar después a través de los postes de alta tensión. La zona soterrada podría aprovechar las obras de la variante que se está construyendo.

El alcalde aseguró que si se llega a un consenso sobre uno de los trazados alternativos, permitirá que la compañía instale las siete torres que quedan para acabar en tendido, siempre con el compromiso de derribarlo en unos plazos fijados. Aunque se llegue a un acuerdo con Cassà de la Selva, quedará el obstáculo de Llagostera, que también exige un trazado alternativo al que quedó interrumpido por un decreto de alcaldía cuando estaba a punto de concluirse.

Por su parte, Iniciativa per Catalunya-Verds presentó ayer una denuncia contra Fecsa-Enher por la vulneración de los derechos energéticos de los ciudadanos tras anunciar la compañía que no aceptará nuevas altas de abonados en la Costa Brava hasta que finalicen las obras de construcción de la línea de les Gavarres.