El CGPJ elige a Íñigo Madaria nuevo presidente de la Audiencia alavesa. Madaria niega que la situación vasca sea una "dificultad añadida" a su labor

El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) eligió ayer a Íñigo Madaria Azcoitia (Orduña, 45 años) nuevo presidente de la Audiencia Provincial de Álava. Madaria, actualmente magistrado de la Sección Primera de la misma Audiencia, obtuvo 11 votos de los 19 vocales presentes en el plenario. El juez decano de Vitoria, Jaime Tapia, tuvo siete votos, y el actual presidente de la Audiencia en funciones y responsable de su Sección Segunda, Jesús Medrano, uno. El cuarto candidato que concurría, Ramón Ruiz Jiménez, no consiguió respaldo alguno.Madaria trabajó estrechamente con el anterior presidente de la Audiencia, Juan Saavedra, desde que éste llegó al cargo en 1991 hasta su nombramiento como magistrado del Supremo el pasado diciembre.

Íñigo Madaria, casado y con tres hijos, ingresó en la carrera judicial en 1984 y dos años después fue destinado a Vitoria, donde trabajó en diversos juzgados de Primera Instancia e Instrucción y llegó a ser juez decano, tras haber ejercido en Telde (Canarias), Villarcayo (Burgos) y Bergara. Ascendió a magistrado en 1988 y en 1991 entró en la Audiencia alavesa.

No pertenece a ninguna asociación judicial, y siempre se ha mostrado reacio a definir sus preferencias dentro del asociacionismo profesional. Hace cuatro años ya se presentó como candidato a la presidencia de la Audiencia, siendo derrotado entonces por el propio Juan Saavedra, quien renovó su cargo.

Mal día para celebraciones

"Hoy no es un buen día para celebrar nada", señaló ayer Madaria tras conocer su designación, minutos después de que se paralizase el Palacio de Justicia de Vitoria en protesta por el asesinato el martes del dirigente socialista vasco Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez Elorza.

El nuevo presidente mostró, con todo, su satisfacción por el nombramiento. "Todos los candidatos teníamos los mismos méritos", apuntó. Madaria quiso destacar la buena situación que atraviesa la Audiencia alavesa "en líneas generales", por lo que sus planteamientos de futuro se centran en "mantener ese sistema de funcionamiento y buscar las mejoras que sean necesarias", sin querer definir su mandato de cinco años como continuista con respecto a la gestión de Saavedra.

Prefiere hablar de la "función administrativa" de la Justicia para eludir definirse como conservador o progresista. "No es cuestión de volcar las tendencias personales. Nuestra tarea es ejercer con imparcialidad y objetividad", señala. No habla euskera, aunque confiesa haber estudiado este idioma, pero "no lo suficiente para mantener una conversación".

Madaria opina que la situación política del País Vasco no supone "ninguna dificultad añadida" a la labor de la Audiencia que va a presidir y niega que haya sentido temor en algún momento de su carrera. A renglón seguido, considera que "siempre hay que ser optimista" en la solución del terrorismo.