El túnel del tiempo Bjorn Again Agneta Falstart y Frida Longstockin (voces), Benny Rivers (teclados y voces), Björn Curicuetstump (guitarra y voces), Roger Sunofagun (bajo) y Ogar Drumketts (batería). Sala Caracol. 2.500 pesetas. Madrid. Domingo 20 de febrero.
Doce años lleva ya esta banda-homenaje australiana en carretera, grabando discos y reviviendo las gloriosas andanzas musicales de Abba, quien fuera el grupo sueco más inglés de la historia de la música. Con ironía, cariño y enorme gusto musical, ha presentado su espectáculo por todo el mundo, incluyendo sitios tan pintorescos como Qatar o Uganda. En Madrid aparecieron con atuendos imposibles -cuatro bizarros kimonos glam, con el nombre de cada uno de los solistas bordado en dorado en la espalda-, peinados y movimiento escénico idénticos a los de sus ídolos y un montón de los sonidos que daban a escuchar convenientemente pre-grabados. Por cierto, esto último dio ciertamente lo mismo.Clásicos de Abba
El efecto party-nostalgia-petardeo consiguió su objetivo -rendir al público- en cuanto comenzaron a sonar los acordes de Waterloo y los espectadores entraron en el túnel del tiempo por voluntad propia. Ni qué decir tiene que la selección de canciones respondió a lo que sería cualquier glorioso recopilatorio de Abba, incluyendo temas que hasta el menos angloparlante de la sala se sabía al dedillo: Gimme! Gimme! Gimme! (A man after midnight), Voulez vous, Knowing me, knowing you, etcétera. Clavadas todas del original, oiga. Con una mimesis vocal y unos arreglos algo acelerados para imprimir ritmo disco hasta a los temas lentos. Éstos fueron, naturalmente, Fernando y Chiquitita, con acompañamiento general del público asistente.
Los intérpretes estuvieron siempre a gran altura, imitando no sólo la parte musical, sino también haciendo algún remedo de las situaciones que, supuestamente, vivieron las dos famosas parejas en su momento, como cuando Benny le recrimina a Frida en escena que gasta demasiado en compras y que sirvió para introducir Money, money, money. Asimismo, también acudieron al arreglo de Message in a bottle de Police para terminar un tema y, aprovechando que las dos chicas iban a cambiarse, el resto del grupo se atrevió a tocar nada menos que Paranoid de Black Sabbath. El fin de fiesta fue con sabor a tele en blanco y negro -Mamma Mía, Dancing Queen y Thank you for the music. Todo el mundo salió de la sala con una sonrisa de blanda felicidad pintada en la cara.
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