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Elecciones 2000

Aznar afirma que él vela para evitar abusos y posiciones dominantes en las empresas

Luis R. Aizpeolea

José María Aznar presumió ayer en Toledo de que él no practica la política "intervencionista" que caracterizó, dijo, a los Gobiernos socialistas y les enfangó en la corrupción. En referencia a la alianza entre el BBVA y Telefónica, dijo que él sólo se ocupa de velar "por que no existan abusos ni posiciones dominantes y que los antiguos monopolios no sean sustituidos por nuevos monopolios", y que no se dedica a decirles a los empresarios "con quién deben aliarse y con quién no". Su Gobierno, aseguró, se ha limitado a crear un marco legal para que las empresas compitan.

En su mitin en la Escuela de Gimnasia de Toledo, Aznar echó la mirada atrás y comparó, con duros calificativos para el PSOE, la política económica de los Gobiernos socialistas y la que él ha desempeñado en los últimos cuatro años. Se paró en las acusaciones que viene recibiendo por propiciar, según el PSOE, la concentración del poder económico con privilegios para sus "amigos", a los que ha puesto al frente de grandes empresas privatizadas.Aznar eludió referirse tanto al presidente de Telefónica, Juan Villalonga, como al hoy copresidente del BBVA, Francisco González, los "amigos de Aznar" en los que se centran los ataques del primer partido de la oposición. Se atrincheró, en alusión a la alianza entre el BBVA y Telefónica, en que él no va a decirles a los empresarios con quién deben aliarse y con quién no, y añadió que su Ejecutivo sólo se ocupará de velar para que "no existan ni abusos ni posiciones dominantes y que los antiguos monopolios no sean sustituidos por nuevos monopolios". A diferencia de lo que sucedía antes, señaló Aznar, "ya nadie dice: 'tú eres bueno porque estás a favor, tú eres malo porque estás en contra, a ti te empujo y a ti no te empujo. Ya no se no se dice", concluyó, "Manolito, Pedrito, venid para acá que os vamos a decir lo que tenéis que hacer".

"Aquel era", prosiguió el ácido discurso de Aznar, "un sistema de gobierno malo, intervencionista, que no sabía lo que era la economía, que no sabía manejar el país y que terminó encharcado, como terminó, en una corrupción imposible e indecente", dijo en alusión a la etapa de Felipe González.

El líder de los populares presentó, por el contrario, una imagen idílica de su Gabinete, que se limita, dijo, a establecer un marco en el que se respeten las leyes y se cumplan las reglas de la libre competencia, y que sólo interviene cuando se violentan dichas reglas. "Ahora en los despachos oficiales ya no se hacen negocios. Se cumple la ley y se respetan las reglas y se exige que todo el mundo las respete".

Fue ahí cuando puntualizó que La Moncloa no intervendrá en los procesos de funsión de empresas salvo para evitar la creación de monopollios.

En plena crisis en el Ministerio de Trabajo por un caso de presunta corrupción, Aznar hizo varias referencias a la "honradez" de su Ejecutivo, algo inédito en esta precampaña. También sacó a la palestra un discurso que recordó a la campaña electoral de 1996, el del "despilfarro y la "corrupción" socialistas, al referirse a las líneas generales de su modo de gobernar,que resumió en tres líneas. La primera de ellas es "una política de estabilidad donde el despilfarro y el descontrol de las cuentas públicas ha desaparecido". La segunda es "una política de reformas para que España no se levantara todos los días con un escándalo de corrupción". Y la tercera, la del diálogo social, que ha ayudado a reducir el paro.

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