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Modrego denuncia las agresiones al marjal de Pego y ofrece diálogo

La Consejería de Medio Ambiente decidió finalmente intervenir y a mediodía de ayer anunció la presentación de una denuncia ante el cuartel de la Guardia Civil de El Verger contra las agresiones que ha sufrido durante las dos últimas semanas el parque natural del marjal de Pego-Oliva. Horas antes, Modrego había respondido a las acusaciones de oposición y ecologistas sobre su "pasividad" ofreciendo más "diálogo" con los agricultores y propietarios de la zona. Las últimas actuaciones han transformado el parque natural.

Fernando Modrego había abogado por la mañana en las Cortes por el "diálogo" con los propietarios para buscar soluciones a las agresiones registradas en las dos ultimas semanas en el parque natural. Preguntado por la "pasividad" de la Generalitat ante esta nueva ofensiva, el consejero alegó que el asunto está en manos de la justicia y que, ante un "conflicto social y ambiental muy grave", el Consell está actuando "con tranquilidad" y "defendiendo con firmeza el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y la legalidad". Pero planteó la presentación de nuevas denuncias como una posibilidad de futuro. Horas más tarde, Modrego anunciaba la denuncia. Era la reacción lógica, y más en periodo electoral, a las acusaciones de la oposición y de los ecologistas, que habían protestado por la "impunidad" con la que se están produciendo las nuevas agresiones.Éstas han alterado el parque natural. Los límites del marjal en los términos de Pego y de Oliva están hoy más perfilados que nunca. A la izquierda (ver foto) se puede apreciar una línea imaginaria de vegetación frondosa de cañaverales que corresponde a la localidad de Oliva, regenerada gracias al respeto que este municipio ha garantizado siempre a su parte del espacio protegido. Mientras, en la zona central y la derecha, metidos en el término de Pego, un inmenso campo agrícola, en el que prima la superficie desecada y roturada para acoger el cultivo de arroz, que ha ganado terreno al cañizo y al agua. En el interior, unos campos ilegales de hortalizas son alimentados con riego por goteo, un sistema muy difícil de mantener en pleno humedal pero cuya costosa financiación está asumiendo el Ayuntamiento pegolino, que preside el independiente Carlos Pascual.

La última agresión en las lagunas de Els Lluents, la zona de mayor valor ecológico del marjal, que habían conseguido resistir a la acción de las máquinas y que estos días han sido transformadas en una finca de cultivo, han acabado por degradar la mitad de las 1.273 hectáreas de superficie del parque natural que corresponden a Pego.

Ayer, la cabeza de lista de EU al Congreso, Presentación Urán, se unió a las críticas de las asociaciones ecologistas ante las últimas agresiones contra el marjal. Urán manifestó en Gandia que EU exigirá al Ministerio de Medio Ambiente después de las elecciones de marzo "que tome medidas para que se cumplan los convenios internacionales" que protegen el parque. El humedal está incluido en el acuerdo internacional Ramsar y, como Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA), en los fondos Life de la Unión Europea. "El ministerio no puede eludir su responsabilidad y debe intervenir de forma firme, y en coordinación con la Consejería de Medio Ambiente, en la paralización de las agresiones al marjal", precisó la candidata al congreso.

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