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Elecciones 2000

Ibarretxe advierte al PP de que reunirá la mesa de diálogo pese a su ausencia

Luis R. Aizpeolea

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, expresó ayer su esperanza de que tras las elecciones del 12-M se genere un nuevo clima político que permita avanzar hacia la paz en Euskadi. Afirmó que el primer paso es que ETA restituya la tregua indefinida. Paralelamente, apostó por la creación de una mesa de partidos sin exclusiones. El apoyo que el candidato socialista, Joaquín Almunia, ha dado al plan Ardanza de paz fue calificado por Ibarretxe como una "reflexión positiva para establecer un diálogo". Apuntó que si el PP veta una mesa de partidos, no será óbice para que él la ponga en marcha.

Ibarretxe hizo ayer en Madrid, en el Club Diálogos para la Democracia, un análisis de la situación política creada tras la ruptura de la tregua de ETA y presentó unas propuestas en una conferencia que tituló Una solución democrática para el conflicto vasco. Señaló que la situación actual se parece "peligrosamente" a la de hace dos años, con una ETA que vuelve a matar, el impulso de la kale borroka y un "Gobierno que dice que los tiempos políticos se agotan y sólo apuesta por la detención de comandos". Trató de justificar su actitud de no romper con Euskal Herritarrok (EH) porque es el "único nexo" que queda del periodo de tregua.Se refirió a la experiencia adquirida en los 14 meses de alto el fuego. Aclaró que la culpable de la ruptura de la tregua fue ETA. Pero atribuyó al Gobierno de José María Aznar la responsabilidad de "no haber aprovechado una oportunidad histórica". Para Ibarretxe, el principal error del Gobierno en la gestión de la tregua de ETA fue la indiscreción.

En una detallada descripción de los acontecimientos que rodearon el alto el fuego, destacó cómo Aznar, seis días antes de las elecciones municipales del 13 de junio, desveló el contacto que sus representantes habían mantenido con una delegación de ETA unas semanas antes en Zúrich (Suiza). Y cómo en un acto del PP en agosto reveló el contenido de la carta que la banda le había enviado en julio y en la que avisaba que suspendía el segundo contacto que tenía previsto con la representación del Gobierno. El lehendakari apostó por el secreto en los contactos con la banda para que sean eficaces y se remitió a los procesos de paz palestino e irlandés.

También apuntó como aspectos negativos para el proceso de paz las detenciones del correo de ETA, Jokin Etxeberria Lagisquet, el tres de agosto de 1999, y de la interlocutora de la banda en las conversaciones, Belén González Peñalba, Carmen, en octubre, así como la publicación del nombre del intermediario, el exobispo de Zamora, Juan María Uriarte. Rubricó sus reproches al Gobierno con la alusión a la ausencia de estímulos a los sectores del "mundo de HB" más favorables al proceso de paz, como el sindicato LAB o el equipo del líder de HB, Arnaldo Otegi.

Ibarretxe también planteó fórmulas de salida a la situación, cuyo núcleo pasa por su conocida propuesta de una mesa de diálogo de los partidos, con la condición previa de la ausencia de la violencia de ETA. La novedad, a juicio de Ibarretxe, es que ahora se dan condiciones más favorables para la constitución de esa mesa, tras el anuncio de Almunia de que el plan Ardanza, -con el importante matiz de que las instituciones centrales también tendrían que dar su opinión sobre lo que decidieran los partidos vascos- podría servir como base para restablecer el diálogo.

Ibarretxe valora "muy positivamente" que Almunia haga esta propuesta en campaña electoral, cuando "no tiene buena venta" fuera de Euskadi. Afirmó que su procedimiento de diálogo coincide con el plan Ardanza: mesa de diálogo "sin límites fijados de antemano", sin renuncia del pasado estatutario por los partidos nacionalistas y reconocimiento por las instituciones centrales de las decisiones de los partidos vascos. Y, por último, una mesa "sin exclusiones previas, pero sin aceptar vetos de nadie". El jefe del Ejecutivo de Vitoria adelantó que convocaría esa mesa de diálogo aunque el PP no aceptara sentarse en ella, pues este partido no podrá negarse porque "son inaceptables los vetos de nadie". "Nadie es imprescindible", concluyó.

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