Campo de flores

Primicias en flor de natura renovada se depositan hoy en la plaza viva, bulliciosa y más laica de Roma, la única sin iglesias, el Campo dei Fiori; una flor cada ejecutado en el cadalso papal. Los librepensadores aportan una corona, desde 1889, a quien pagó con su vida amar el libre razonar en libertad. Hoy, 17 de febrero, cuando la iglesia celebra un selecto ramillete de legendarias víctimas de la libre expresión frente al pensamiento único no cristiano como la anónima Mariana, el dudoso Rómulo -sin loba-, el verde Silvino, Policronio, Fintano o Teódulo, quien, con ochenta años, cambió su plácida cama por la crucifixión en la Palestina del 309 al besar a dos donceles mártires y recuerda los siete florentinos fundadores de los servitas en 1223, dados a los siete dolores marianos, uno, la huida del tirano Herodes a Egipto, la conmemoraba hoy nuestro pueblo...Hoy, hace cuatro siglos exactos, fue quemado el filósofo y escritor Giordano -en el siglo Filippo- Bruno. Editores -salvapatrias iluminados- de la libre Venecia lo entregaron a la Inquisición romana, a cambio de contrapartidas sustanciosas. Un calvario de siete años no doblegó al ex dominico que profesó el heterodoxo arte de Llull, imaginaba un universo infinito que era Dios, sin un más allá no mundano -Spinoza y Leibniz le seguirán en ideas y lulismo- y la Tierra girando alrededor del Sol, sin retractarse como Galielo. Entre los fastos del barroco Jubileo de 1600, aterrado, sin la compasión pontifical "fue desnudado y quemado vivo, manteniéndose firme hasta el último momento", cuentan sus sayones. Su acusador Bellarmino fue santificado. Sobre sus cenizas, su estatua mira acusadora hacia el Vaticano. El actual pontifex no rehabilitará un indómito napolitano que no se sometió a la intolerancia.