Campo, ciudad e identidad nacional

El Gobierno catalán está dispuesto a reclamar el traspaso de las competencias sobre la Confederación Hidrográfica del Ebro, afirmó ayer en el Parlament el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig. En su opinión, la Generalitat tiene que ser la autoridad única en materia de agua porque resultaría incomprensible, dijo, que las decisiones sobre el abastecimiento de agua "en Suiza o en Austria se tomaran en Hungría o en Rumania". Añadió que la decisión sobre el trasvase del Ródano se tomará en esta legislatura y antes de final de año.Felip Puig compareció ayer, a petición propia, ante la comisión de política territorial del Paralment, con el fin de explicar los criterios y objetivos de su departamento en esta legislatura. El consejero repitió una y otra vez su voluntad de pacto con todos los grupos de la Cámara, pero no mantuvo el mismo tono en todas las respuestas a los portavoces de los partidos.

Al contestar a Montserrat Tura (PSC) empleó un tono rayano en la agresividad, hasta el punto de que la diputada, en la réplica, le reprochó esa actitud. Puig se disculpó y lo atribuyó a sus bisoñez en las lides parlamentarias.

El consejero anunció su voluntad de tramitar siete leyes: de creación de la agencia catalana del agua y sobre información y difusión medioambiental, contaminación acústica, contaminación lumínica, pesca fluvial y conservación de sistemas acuáticos, protección del ambiente atmosférico y protección de la naturaleza y biodiversidad.

Los criterios generales, afirmó, deben predominar sobre los pequeños detalles, la discusión sobre lo particular ha de tener en cuenta el modelo general de sociedad que se pretende.

En lo general estaban casi todos de acuerdo, le espetó la diputada Bet Font (IC-V), pero el problema se producía en lo particular. Font reprochó al consejero que no aplicara moratorias a la espera del esquema general. Por ejemplo: Puig había afirmado que hace falta saber cuál es la demanda y la oferta real de agua, pero mientras "se autoriza el golf de Terrassa, que consume una cantidad importante. Y no cabe afirmar que se busca potenciar el turismo de calidad, porque Terrassa no es zona turística", afirmó Font, quien añadió que la misma contradicción se reproduce en asuntos como el de los purines, las incineradoras, el desmantelamiento de nucleares y la ampliación de Baqueira.

Puig había provocado risas irónicas al afirmar que el 80% del territorio, el rural y natural, en oposición al urbano, es el que configura la identidad nacional de Cataluña. Tura le reprochó que no reconociera como integrante de esa identidad a las ciudades, que agrupan al 80% de la población. También criticó por, a su juicio, contradictoria la reclamación de las competencias sobre la Confederación Hidrográfica del Ebro, cuando a la vez se defienden planes específicos para cada cuenca.

Puig fue contundente al referirse al agua: el Gobierno catalán está convencido, dijo, de que el déficit de agua no es coyuntural, sino estructural, y tomará la decisión que permita satisfacer la demanda real en esta legislatura e incluso antes de terminar el año. En este mismo ámbito, se comprometió a promover la "reparación ecológica de los ríos" y a potenciar una policía fluvial.

Inmediatamente después compareció el consejero de Política Territorial, Pere Macias, que explicó los cambios hechos en su departamento por la voluntad de culminar de inmediato los planes territoriales parciales.