En torno a El Ejido
Estamos viendo estos días unos brotes de racismo incontrolados o "tal vez no", que a algunos nos avergüenza y repugna en todos sus sentidos. El hecho de que un perturbado haya asesinado a una chica no es motivo para expulsar a fuerza de palos y con una violencia desmedida a un grupo de personas que sólo tienen en común con el susodicho la misma nacionalidad.Es brutal juzgar a todo un colectivo por los actos aislados de uno o dos de sus miembros. Si actuamos con esa regla de tres, también deberíamos linchar a todos los cazadores de aproximadamente sesenta años que vivan en Valencia, o con todos los soldados profesionales,..., y así seguiríamos en una larga lista hasta que no quedara nadie, porque todo el mundo está encuadrado en un colectivo de acuerdo con unas características u otras. Decir que no son racistas, lo he oído en muchas ocasiones. Recordemos lo que sucedió en Mancha Real con el colectivo gitano.
Conforme pasa el tiempo, la sociedad, en lugar de evolucionar, involuciona hacia un pasado no tan lejano en el que la intolerancia era la abanderada de nuestra cultura. Si por lo menos tuviéramos en cuenta un pasado aún más remoto en el que la convivencia entre diferentes culturas era un hecho, estaríamos más cerca de la comprensión de nuestra realidad actual.
Me repugnan estos hechos y las personas que los están llevando a cabo por su incultura, ignorancia, analfabetismo, etcétera. Sus actos no están en modo alguno justificados y sus argumentos son muy pobres y carentes de sentido. Sobre todo, me llena de profunda indignación que aún sigan diciendo que "no es racismo". Es ingenuo decir que no somos racistas, todos tenemos prejuicios en uno u otro sentido, pero en la sensatez de una persona está en no permitir que esos sentimientos afloren a la superficie en forma de violencia o rechazo. Tenemos que ser conscientes de que nuestro futuro más mediato va a ser la convivencia con personas que poseen otra cultura con la riqueza que esto conlleva y tenemos que aprender a respetarnos y valorar al otro.- .
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