Paralizados otra vez los acuerdos entre israelíes y palestinos

Israelíes y palestinos no firmaron ayer el acuerdo-marco para el estatuto permanente previsto. La policía de Israel está alerta ante el riesgo de posibles atentados de integristas islámicos opuestos a la paz con Israel. La fecha de ayer fue acordada por el primer ministro israelí, Ehud Barak, y por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, que también fijaron el 13 de septiembre de este año para la firma de un tratado definitivo de paz. La crisis obedece a divergencias respecto a la aplicación del Acuerdo de Sharm el-Sheij del pasado 4 de septiembre, que se centran en la retirada israelí de un 13% adicional de Cisjordania en tres fases para que en sus zonas rurales entre en vigor la autonomía palestina. Tras la aplicación de la primera fase en la fecha prevista -septiembre de 1999- y de la segunda con retraso -enero de 2000-, la tercera no se ha cumplido porque Arafat rechaza el tipo de territorios que Barak ofrece traspasar de forma unilateral a los palestinos, y exige zonas próximas a Jerusalén.

Entretanto, la policía israelí reforzó sus efectivos en Jerusalén, Tel Aviv y otras ciudades del país al contar con informaciones secretas sobre posibles atentados de integristas palestinos.

En relación al aplazamiento indefinido del acuerdo-marco sobre el estatuto permanente, los palestinos acusan a Barak de "volverse atrás en todo aquello a lo que se comprometió en el Acuerdo de Sharm el-Sheij". Además, y ante la dificultad de que palestinos e israelíes firmen el tratado definitivo de paz en septiembre, la ANP ha iniciado una campaña diplomática para lograr el apoyo de la comunidad internacional a una declaración unilateral del Estado independiente ese mes.