El Sevilla contagia al Espanyol Tsartas, a base de penaltis, iguala los dos goles de Tamudo en un partido de juego cicatero ESPANYOL 2-SEVILLA 2

El Sevilla contagió sus tribulaciones al Espanyol en un partido en el que se expresó al máximo la cortedad de miras a la que son empujados dos equipos cuando actúan desde el miedo a la derrota y con la tensión de sobrevivir en los bajos fondos de la tabla. El Sevilla hace tiempo que anda así. El Espanyol va resbalando hacia los puestos de descenso y ayer, ante el farolillo rojo, se propuso ganar el partido desde la cicatería. No se le pudo poner mejor el partido al Espanyol, con un gol en el primer minuto y un segundo tanto después de que hubiera empatado Tsartas. Pero ni por ésas. En lugar de imponer su ritmo, actuó al son y de la forma que más le interesaba al Sevilla, con miedo, fiado al contraataque, así que se adelantó en el marcador, sin presionar lo suficiente en el centro del campo, sin una línea de rechace cuando achicaba balones el equipo sevillista y, por momentos, sin dar un mínimo apoyo a Tamudo o Benítez cuando galopaban hasta la línea de fondo y buscaban, sin encontrarlo, algún compañero retrasado dispuesto para el remate.El Sevilla se pasó el partido enredando: pobló la línea del centro del campo pero con una propensión a formar un muro ante su portero Olsen y pendiente de lo que diera de sí la zurda y la inteligencia de Tsartas para despistar a sus marcadores. La exhibición del griego confundió al Espanyol casi tanto como la actuación del árbitro.