El consejero de Industria critica al presidente de la patronal por ignorar los avances económicos del PP. Las cámaras de comercio expresan su malestar por las alusiones de Ferrando a su dependencia del poder

El consejero de Industria y Comercio, Fernando Castelló, se unió ayer al coro de voces críticas con las manifestaciones realizadas el pasado viernes por el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Rafael Ferrando. El dirigente, que también preside la patronal autonómica Cierval, admitió, a preguntas de los periodistas, que una hipotética victoria del PSOE-IU en las elecciones del 12 de marzo entrañaría un cambio en la política económica del país.El vicepresidente primero de la Generalitat, José Luis Olivas, fue, el pasado sábado, el primero en criticar la tibieza con que el empresario se refirió a un posible cambio de gobierno y anteayer subrayó que los empresarios valencianos están "muy satisfechos" con la política del PP.

Su compañero de Consell, Fernando Castelló, volvió ayer sobre la polémica. Éste consideró un "error" ignorar el acierto de la política económica de los populares. y apuntó que "volver a posturas de izquierda supondría regresar a etapas ya superadas en este país". Según Castelló, el Gobierno del PP ha atendido demandas históricas de los empresarios, "como el AVE", añadió. "¿Qué pasaría con estos proyectos, reivindicados por los empresarios, en el caso de un hipotético cambio de gobierno?".

El PP no es el único que ha censurado al presidente de la patronal. El PSPV e IU también arremetieron contra él por solicitar la privatización de las cajas. Pero donde las palabras de Ferrando han caído como una bomba ha sido en las cámaras de comercio, a las que se refirió como organismos tutelados y en los que se apoya la Administración. El dirigente patronal reconoció cómo la crisis que atravesó la CEV a raíz del escándalo de los fondos de formación le restó protagonismo en beneficio de otros entes empresariales como las cámaras o el lobby AVE que ocuparon el espacio vacío dejado por la patronal.

Arturo Virosque, presidente del Consejo valenciano de Cámaras de Comercio, lamentaba ayer cómo Ferrando ha conseguido enfadar con sus palabras a todo el mundo. Virosque mostró abiertamente su malestar por las referencia de Ferrando a etapas del pasado en que las relaciones entre patronal y cámaras han sido más que tensas. "A qué viene resucitar viejos temas", dijo ayer. Virosque negó que las cámaras carezcan de utilidad como, a su juicio, insinuó Ferrando, y también rechazó que estén controladas por la Generalitat. El dirigente cameral lamentó, por último, las opiniones de Ferrando sobre la CEOE.

El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Luis Esteban, añadió que Ferrando "ha faltado a la verdad". "Lo que más me ha molestado es que sugiera que las cámaras carecemos de independencia y que es la Administración quien nos gobierna", declaró Esteban. Éste agregó que, como presidente de una cámara, nunca se le ocurriría hablar en esos términos de las confederaciones empresariales, a las que considera instituciones independientes. "Sus declaraciones se salen del tiesto y de la realidad", apostilló.Tanto Virosque como Esteban aseguraron que el malestar de los empresarios por las palabras de Ferrando es manifiesto. "No he tenido contactos con Coepa [la patronal de Alicante] pero dudo que esté de acuerdo con las manifestaciones de este señor", concluyó.

Condena pública

El Consejo valenciano de Cámaras de Comercio, que tiene previsto reunirse la próxima semana, tratará las manifestaciones de Rafael Ferrando e incluso no se descarta una nota pública de condena a sus palabras, según adelantó Esteban.

Virosque, como presidente del consejo cameral, tendrá oportunidad hoy mismo de hablar con Rafael Ferrando acerca del episodio. Ambos tienen previsto desplazarse a Madrid para entregar al Rey don Juan Carlos la medalla de oro de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).

Virosque, a su vez presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, regresará por la tarde para asistir al pleno convocado para cubrir una vacante que se ha producido en el órgano de gobierno cameral y que también ha enfrentado a la cámara y a la patronal. María Jesús Viguer, en representación del gremio farmacéutico, ocupará esa plaza.

Estos rifirrafes no hacen sino evidenciar las diferencias, en algunos casos graves, entre las principales organizaciones económico-empresariales de la Comunidad. La distribución de los fondos de formación, la prestación de servicios a los empresarios o la interlocución de los empresarios ante la Generalitat han deteriorado unas relaciones que, por otro lado, tampoco puede decirse que han gozado nunca de excelente salud.