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Acampados por un carné

Los ocupantes de la veintena de caravanas instaladas en un solar de Gandia sin autorización abandonaron ayer la zona, una vez agotado el plazo de 48 horas que el Ayuntamiento les había concedido para trasladarse fuera del casco urbano. El Consistorio obligó al desalojo del terreno por las condiciones de "insalubridad" del improvisado campamento, y atendiendo a un decreto de la Generalitat que prohíbe acampar a menos de cinco kilómetros del casco urbano. La presencia de los vehículos habría sido un hecho puntual de no haber trascendido que la mayoría de sus ocupantes, muchos de ellos acompañados de su familia, habían viajado desde Navarra, Bilbao, León, Barcelona e incluso Portugal para obtener el carné de conducir en dos autoescuelas gandienses que dicen estar especializadas en la preparación de personas con dificultades de escritura y lectura. Un hecho que suscitó interrogantes: ¿Qué facilidades proporcionan estas academias?, ¿controla Tráfico este movimiento? y, ¿se está cometiendo alguna irregularidad?Representantes de la Jefatura de Tráfico en Valencia, entre ellos el subjefe de este departamento, Emilio Sebastià, se reunieron ayer con responsables municipales para abordar el tema. Pero los miembros de Tráfico abandonaron la sala precipitadamente sin dar tiempo a preguntas. Lo único que trascendió de la reunión fue la preocupación y el "interés" de ambas partes por hacer un seguimiento de la situación, en palabras del concejal de Protección Ciudadana, José María Valdecantos, y de investigar "posibles irregularidades" en el proceso que se sigue para la obtención del permiso de conducir en las academias.

Según varias autoescuelas consultadas, las academias Fernando Guillem y Consulado Guillem copan casi toda la demanda del examen de "lenguaje sencillo", no sólo en la provincia de Valencia sino de toda España, y en especial de los colectivos de inmigrantes asiáticos y, en menor medida, magrebíes. Los responsables de ambos centros aseguran que su éxito se debe a que disponen de "aulas especializadas", así como de un horario intensivo de clases que reduce el periodo de preparación a 15 días. ¿El precio del servicio? "Unas 40.000 pesetas más que la tarifa normal, que cuesta 70.000 pesetas", dice Cristóbal Gómez, uno de los socios de Consulado Guillem.

Pero varias de las personas instaladas hasta ayer en el asentamiento ilegal aseguraron que habían pagado por el curso 150.000 pesetas, con derecho a presentarse a examen "las veces que hiciera falta", y la posibilidad de obtener el permiso de conducir en menos de un mes. Otras fuentes aseguran que los precios pueden elevarse hasta las 180.000 pesetas. Según el presidente de la Asociación Valenciana de Autoescuelas, Francisco Salla, Tráfico estipula que la persona que quiera acceder a esta prueba debe permanecer cuatro meses matriculada en la academia. Pasado este periodo se solicita una entrevista en la Jefatura de Tráfico, aunque la cita se suele conceder tres meses después. Además es necesaria una revisión médica de un psicólogo que certifique que tiene dificultades de comprensión del idioma. Según las academias consultadas, el tiempo de espera hasta que Tráfico convoca a esa persona a examen puede superar el año. La prueba consiste en una proyección de un audiovisual y un cuestionario a partir de las imágenes.

Fernando Guillem y Consulado Guillem aseguran que cumplen todos estos requisitos. Pero la competencia denuncia casos de inmigrantes asiáticos procedentes de estos centros que a pesar de desconocer por completo el idioma castellano, han sido capaces de superar el examen teórico con éxito y tras una breve preparación.

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