Un perito de Urbanismo acusa a Osuna de "desidia" en el 'caso Bazar España'

El perito José David Muñoz de la Torre, adscrito al departamento de Conservación de la Gerencia de Urbanismo de Sevilla cuando ocurrió el derrumbe del muro del Bazar España, que costó cinco vidas, declaró ayer ante el juez que la inmobiliaria Osuna actuó con "desidia y dejadez" en el expediente de ruina del inmueble de su propiedad. El meteorólogo Juan María Cisneros afirmó que el día de la tragedia el viento "pudo superar los 115 kilómetros por hora", motivo, a su parecer, de la caída de la tapia.

La declaración del séptimo imputado por el caso Bazar España resultó demoledora para la inmobiliaria Osuna. El perito José David Muñoz de la Torre, en prácticas en el departamento de Conservación del la Gerencia de Urbanismo cuando se derrumbó el muro del Bazar España que acabó con la vida de cinco personas, acusó a Osuna de "dejadez y desidia" en el expediente de ruina del inmueble de su propiedad.Muñoz de la Torre, que actualmente no trabaja en la Gerencia, afirmó ante el juez que la actitud de Osuna obligó a los técnicos del Ayuntamiento a "dictar órdenes subsidiarias" para ejecutar una serie de actuaciones que la inmobiliaria no había realizado. Según el perito la dirección facultativa de la obra, a cargo del arquitecto Luis Recuenco, es la responsable de ésta, una vez abierto un expediente de ruina.

El perito tenía como órdenes de sus superiores comprobar que se habían tapiado los huecos del muro y, posteriormente, redactar un informe. Según Muñoz de la Torre, Osuna "sacó de contexto" el informe relacionándolo con la demolición total del inmueble, "forzando su introducción en lo que es el otorgamiento de una licencia y el alcance de ésta". El perito afirmó que la sección de Conservación no tiene relación con la de Licencias. Este departamento otorgó una autorización a la inmobiliaria de "demolición total". Cuando el perito se presentó en el lugar certificó que había una serie de camiones en el recinto por lo que "hizo constar que se ejecutaban obras de demolición", pero "ello no quiere decir que se hayan terminado ni que se hayan realizado totalmente". La licencia de demolición fue concedida ocho meses antes de la caída del muro, el 31 de diciembre de 1998.

También declaró, como testigo, el meteorólogo Juan María Cisneros, quién realizó un estudio a petición de Luis Recuenco, en el que atribuye la caída del muro al viento. Cisneros dijo que ese día "el viento pudo superar con creces los 115 kilómetros por hora. Las rachas fueron encauzadas por las calles María Auxiliadora y Carretera de Carmona, chocaron dentro del solar produciendo torbellinos y turbulencias".