El Poder Judicial hace un llamamiento a la tolerancia con los inmigrantes
El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) emitió ayer una declaración institucional en la que hace un llamamiento a la paz civil, a la tolerancia y a la integración de los inmigrantes para superar conflictos como los vividos en estos días en El Ejido (Almería). El CGPJ aseguró que deben existir formas para que esas personas se integren "sin que sufran abusos ni causen perjuicios a nadie" y que es responsabilidad de los gobernantes y de los ciudadanos la búsqueda y realización de las soluciones.
El Consejo General del Poder Judicial aprovechó su reunión plenaria de ayer para sumarse a otros llamamientos efectuados en días pasados desde otras instancias jurídicas con una reflexión en la que proclama que "ninguna circunstancia de origen étnico determina la superioridad o inferioridad de sus portadores". Asimismo, puntualiza que las sociedades libres deben saber abrirse "a quienes a ellas acuden para, con su esfuerzo y trabajo, labrarse un porvenir que no encuentran en su tierra"."Los derechos humanos, internacionalmente proclamados cada vez con más insistencia, lo son también de los inmigrantes a quienes, como a los españoles, protegen la Constitución y nuestras leyes. Existen, sin duda, las forma de hacer compatible la integración de aquéllos en nuestro país sin que sufran abusos ni causen perjuicios a nadie", añade el Consejo.
La fuerza del Derecho
El Poder Judicial asegura que tampoco puede sustraerse a su propia responsabilidad y que por eso "hace este llamamiento al tiempo que anuncia su compromiso, en el marco de las atribuciones que le corresponden, en el empeño de contribuir a la creación de las condiciones de paz civil y tolerancia que son imprescindibles para superar conflictos como el que se acaba de vivir".
Es a las instituciones, agrega, a las que corresponde, "aplicando toda la fuerza del Derecho, hacer respetar el imperio de la ley, especialmente cuando las víctimas de su vulneración son las más débiles, proceden de otros países, pertenecen a otras razas o culturas".
Para el CGPJ, "la igualdad entre las personas, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de su nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra circunstancia personal o social, emana directamente de la dignidad de la que son portadoras y constituye el principal fundamento del orden político y la paz social".
"La convivencia en las sociedades civilizadas", concluye, "se distingue por el reconocimiento y respeto de las diferencias de carácter étnico, religioso y cultural que puedan existir entre quienes las componen".
