Intensa búsqueda desde el sábado de una mujer y dos hijas que pedían auxilio por un móvil

Una llamada de auxilio a través de un teléfono móvil, realizada por una mujer que viajaba en un coche con sus dos hijas menores, mantuvo en jaque a las fuerzas de rescate de Madrid y Segovia desde la tarde del sábado y durante toda la jornada de ayer y primera hora de la madrugada de hoy. La Guardia Civil, la Cruz Roja y los bomberos de la Comunidad desplegaron todos sus efectivos por las dos vertientes de la sierra -cara norte y cara sur-, en una búsqueda que a primeras horas de la pasada madrugada había culminado sin éxito.La primera llamada que realizó la mujer la recogió, a las 19.40 del sábado, la centralita del teléfono 062, del Centro de Operaciones de la Guardia Civil de Segovia. La mujer afirmó que se llamaba Yolanda y que viajaba en su Volvo S-40 azul con sus dos hijas (María Elena, de seis años, y Alba, de siete). Añadió que iban de San Sebastián de los Reyes y se dirigían a un chalé en la localidad segoviana de San Ildefonso. Pero contó que un jabalí se les cruzó en la carretera y colisionaron contra él.

Yolanda aseguró que su vehículo se salió de la calzada y que resultó herida en una pierna. Agregó que estaba en la cuneta de una carretera y que el cadáver del jabalí había quedado encima del coche. Pero cuando el agente le preguntó en qué carretera estaba, ella afirmó que no lo sabía.

La Guardia Civil comenzó una búsqueda exhaustiva por las carreteras que unen Madrid con Segovia. Pero no encontraron el supuesto vehículo siniestrado. A las 21.15, la mujer llamó de nuevo. El agente le explicó que la habían buscado sin éxito. Entonces ella comentó que estaba en una carretera próxima a La Cabrera -situada junto a la autovía de Burgos-. La nueva indicación despistó a las fuerzas de seguridad, que tuvieron que extender el dispositivo por la sierra norte y oeste, que hace de frontera entre Madrid y Segovia.

Llamadas de la hija

En la tarde de ayer, la Guardia Civil segoviana recibió varias llamadas más desde el mismo teléfono móvil. Esta vez, la que hablaba era la pequeña María Elena. Ésta dijo que estaba atrapada dentro del coche y que ni su madre ni su hermana la podían ayudar a salir porque "estaban dormidas" en el interior del vehículo.

La Guardia Civil no pudo recoger el número del teléfono porque su centralita funciona por el sistema analógico, y no el digital, ni localizar el punto desde el que se efectuaba la transmisión. María Elena llamó varias veces a la Guardia Civil durante la tarde de ayer. Los agentes le preguntaron en qué colegio estudia y cómo se llama su profesor, con objeto de lograr alguna pista, pero la niña aseguró que no lo sabía.

La confusión y el desconcierto reinaban la pasada madrugada entre los efectivos de búsqueda. En la noche de ayer, la Cruz Roja y los bomberos de la Comunidad suspendieron el rastreo. La Guardia Civil seguía en pie.