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Nueve personas mueren al descarrilar un tren en una estación de Alemania

Pilar Bonet

Nueve personas murieron y cerca de un centenar resultaron heridas poco después de la medianoche del sábado al domingo en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Brühl, (entre las ciudades alemanas de Colonia y Bonn), al descarrilar un tren que recorría el trayecto entre Amsterdam (Holanda) y Basilea (Suiza). Éste es el segundo accidente ferroviario grave que se produce en Alemania en los últimos dos años. El anterior, ocurrido el 3 de junio de 1998, fue el descarrilamiento de un tren ICE (de alta velocidad) en la localidad de Eschede. El balance de aquella ocasión fue de 95 muertos y más de 80 heridos.Por razones no aclaradas hasta ahora, el expreso D-203, en el que viajaban excursionistas que se dirigían a esquiar a Suiza, aceleró bruscamente entre la estación de mercancías y la estación de pasajeros de Brühl hasta superar los 120 kilómetros por hora. Inmediatamente antes, había recorrido a la velocidad prescrita de 40 kilómetros por hora un tramo señalizado que se encuentra en obras, según explicó el jefe de la policía de Colonia, Winrich Granitzka, en una rueda de prensa ayer por la tarde.

El tren, que constaba de la locomotora y nueve vagones, descarriló al desviarse hacia una vía secundaria, que no resistió la velocidad del convoy. Fuera de control, el expreso se internó en un jardín privado, arrolló los árboles, destrozó un garaje e hizo pedazos el balcón de una vivienda hasta asomar el morro en la sala de estar de una asombrada pareja de vecinos.

La pareja, que salió ilesa, prestó los primeros auxilios a los heridos y convirtió su domicilio en un improvisado hospital de emergencia. El maquinista, un alemán de 28 años, sufrió un fuerte shock y ha sido internado en una clínica psiquiátrica. Granitzka dijo ayer que el accidente hubiera podido ser mucho peor si la velocidad del tren no hubiera sido amortiguada por los árboles del jardín.

El portavoz policial no excluyó que puedan aparecer nuevos cadáveres entre los hierros retorcidos de los dos primeros vagones, que quedaron destrozados. Entre los heridos, 10 han sufrido traumas muy graves, que obligan a amputar miembros o a practicar operaciones quirúrgicas. Otros 42 se encuentran graves, y 44 sufrieron heridas leves. En el tren viajaban 300 personas de múltiples nacionalidades. En la relación de nacionalidades facilitadas por la Bundesbahn (los ferrocarriles alemanes) no figura ningún español.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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