Controles a pie de escalerilla del avión en los 'vuelos calientes' en Barajas

Una docena de inmigrantes sin los papeles en regla -entre suramericanos, chinos, paquistaníes y eslavos- fueron devueltos a sus países de origen desde el aeropuerto de Barajas (Madrid) durante los cinco primeros días de aplicación de la nueva ley. La cifra, según Interior, es prácticamente la misma que en semanas anteriores. La diferencia está en el procedimiento empleado, más garantista con los inmigrantes y por tanto más lento."El papeleo y la presencia de intérprete y abogado de oficio", explica un portavoz de la policía, "provoca cierto retraso en la denegación de entrada, que puede llegar hasta seis horas". Quiere decir esto que ninguno de los inmigrantes devueltos a sus países de origen lo hizo en el mismo avión en el que llegó. Los inmigrantes permanecieron en unas salas habilitadas por la dirección del aeropuerto, atendidos por un asistente social. Como ya sucedía antes de la entrada en vigor de la nueva ley, tanto la comida como los costes de repatriación son sufragados por la compañía aérea que trajo a los inmigrantes.

Por tratarse de la mayor puerta de entrada a España, Barajas es un muro prácticamente infranqueable para las mafias del tráfico de inmigrantes. Una de las medidas más efectivas son los controles policiales a pie de escalerilla en los vuelos calientes -procedentes de algunos países de Latinoamérica, norte de África, este de Europa y Oriente Próximo-. Agentes expertos vigilan que los inmigrantes, aleccionados por las mafias, alcancen la terminal y se deshagan de sus documentos. "Los controles a pie de escalerilla", asegura el portavoz policial, "no van en contra de la nueva ley ni del tratado de Schengen; con ellos sólo evitamos que el inmigrante rompa su documentación".