Clos vincula el futuro del aeropuerto de El Prat a la ruptura de AENA

El futuro del aeropuerto de Barcelona es inseparable de la ruptura de AENA, la formación de un consorcio local y el encargo de la gestión a capital catalán. Con esta rotundidad se expresó ayer el alcalde de Barcelona, Joan Clos, respecto a las instalaciones aeroportuarias de El Prat. No menos rotundo fue el consejero de Política Territorial, Pere Macias, que aseguró que CiU no dará sus votos para que gobierne a un partido que no acepte la descentralización de AENA y el traspaso de la competencias a Cataluña.

Clos y Macias discrepan en bastantes cosas respecto a cómo deben organizarse los aeropuertos catalanes, pero coinciden en una: no pueden depender de AENA. Ambos lo dejaron ayer meridianamente claro, el primero en la apertura y el segundo en la clausura de una jornada dedicada al análisis de la relación entre aeropuertos y gobiernos locales y las perspectivas de privatización. Macias defiende la ruptura de AENA, el traspaso de los aeropuertos a la Generalitat y la creación de una nueva autoridad que los coordine a todos. La respuesta a esta pretensión la dio ayer el arquitecto jefe de Barcelona, Josep Anton Acebillo: "No quiero una AENA catalana, para eso prefiero la de Madrid, que es más grande". Una frase que no puede entenderse como una defensa del organismo estatal. Acebillo ya había dejado claro que, en su opinión, AENA es un estorbo para el desarrollo aeroportuario catalán y que su futuro es dudoso: "No me extrañaría que dentro de unos años AENA, si no ilegal, sí fuera declarada alegal", dijo.

A su lado estaba sentado el director de aeropuertos de AENA, Juan I. Lema, que, por el contrario, contempla un futuro esplendoroso para el organismo. Lema explicó que AENA acaba de lograr la concesión de 12 aeropuertos en México y de otros dos en Colombia y que se apresta a seguir gestionando aeropuertos en el extranjero y, por supuesto, en España, sin descartar que el organismo sea privatizado y su propiedad llegue a salir a Bolsa. Lema defendió que los aeropuertos no cuestan dinero al contribuyente porque se financian con aportaciones de los usuarios.

La voz del directivo de AENA fue la única que sonó en defensa de este organismo. El resto de los participantes cuestionaron el modelo, aunque la mayoría de ellos fueron imprecisos a la hora de concretar propuestas. La frase más utilizada cuando se pedía concreción era que se estaba abierto a varias posibilidades, pero que AENA deje Barcelona.

Gestión municipal

Acebillo puso en duda incluso que los aeropuertos españoles funcionen como una red. En su opinión, la verdadera red es la que forma con otros modos de transporte y organismos del propio territorio. Y desde esa vinculación territorial cabe exigir que los organismo decisorios estén a su lado. Por si no quedaba claro, Clos aseguró que el Ayuntamiento está dispuesto a asumir la mayoría en la gestión del aeropuerto, aunque matizó que habría que potenciar que la empresa que lo gestionara fuera de capital catalán como una de las formas de garantizar la reinversión en el propio territorio.

Tomás Aranda, director de aeropuertos de Cintra, empresa del grupo Ferrovial que gestiona aeropuertos en Estados Unidos, Chile y México, explicó que en general se tiende a la privatización de los aeropuertos, aunque hay modelos distintos: desde la enajenación total hasta la concesión por tiempos que van desde 30 a 50 años o el encargo de la gestión, reservándose las autoridades públicas la dirección estratégica. Éste es el modelo que coincidieron en defender para Cataluña Clos y Macias.