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La nueva nevera deslizante El Palacio de Hielo de San Sebastián inaugurará sus nuevas instalaciones el 12 de febrero

Maribel Marín Yarza

En San Sebastián la vida deportiva no gira alrededor del hielo, pero quien más quien menos ha girado una visita al Txuri Urdin en alguna ocasión. Fue una de las alternativas de ocio con peso hasta que hace año y medio cerró las instalaciones para afrontar su remodelación. Ahora, tras una fuerte inyección económica de la Diputación Foral de Guipúzcoa, presenta una fisonomía completamente renovada y busca otra vez la simpatía de los donostiarras. El Palacio del Hielo se reabrirá al público el próximo 12 de febrero.La pista se inauguró en 1972 y vivió su etapa dorada entre 1985 y 1990. Eran los años en los que el Palacio del Hielo veía pasar por sus instalaciones a unas 50.000 personas en apenas ocho meses, la época en la que el patinaje sobre hielo se convirtió en todo un ritual. La liturgia de alquilar patines, de caminar torpemente por el suelo de goma y lanzarse a la pista, encontró más que adeptos en la capital donostiarra. Sobre todo, entre los niños, que se deslizaban por el hielo algo temerariamente y dejaban a sus progenitores en la cafetería, como si se tratara de una guardería para adultos.

La tradición ha permanecido en suspenso durante los 18 meses en los que las instalaciones han permanecido cerradas. El estado precario en el que se encontraba el Palacio del Hielo hace dos años supuso una involución en el número de visitantes y se hizo imprescindible abordar una rehabilitación. "En principio, iba a ser un lavado de cara", aseguró ayer el director de Juventud y Deportes, Kote Olaizola. "Pero al final se ha hecho una reforma integral y prácticamente lo único que queda del antiguo Txuri Urdin es el caparazón", dijo. La Diputación de Guipúzcoa, propietaria de esta instalación deportiva, ha invertido cerca de 600 millones para mejorar radicalmente las instalaciones y satisfacer la demanda de los usuarios. Como resultado, la pista, que tiene una superficie de casi 1.600 metros cuadrados, ya no es lo que era, pero a nadie le apenará. Se ha renovado y ampliado a 58 x 28 metros para adecuarla así a la normativa que permite celebrar competiciones de ámbito internacional, según confirmó ayer el diputado de Cultura, Euskera, Juventud y Deportes, Luis Bandrés. La pista funciona gracias a un sistema de tuberías de 21 kilómetros de longitud por los que circulan 11.000 litros de agua. La maquinaria de producción de frío mantiene la pista a una temperatura de entre 6 y 2 grados bajo cero.

El equipo Txuri Urdin, campeón de la Superliga de Hockey de 1999, y el de patinaje artístico, que han tenido que practicar el peregrinaje durante este tiempo, ya han disfrutado de las instalaciones. Pero la ansiada apertura al público no llegará hasta el 12 de febrero. Los usuarios se encontrarán con los baños, los vestuarios, las gradas, las oficinas y la enfermería radicalmente reformadas. Y con un moderno servicio de alquiler de patines. La concesión del Palacio recayó en concurso público en la UTE formada por Hydra y Majadahonda.

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