Urbanismo indemnizará con 12 millones a la constructora que iba a edificar a tres metros de un bloque de Retiro
Las 50 familias, la mayoría de jubilados, que habitan en el edificio situado en la calle Antonio Arias, esquina con Millán Astray, en el distrito de Retiro, pueden respirar tranquilos: seguirán viendo la luz en sus habitaciones. Si luz es igual a vida, como proclamaban en sus pancartas, ayer aseguraron sus vidas. El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, (PP) va a revocar la licencia que una empresa, Rehabilitación de Viviendas, SA, poseía para construir un edificio en forma de L mayúscula, de ocho plantas, que iba llenar de sombras las viviendas de los jubilados. El edificio se iba a levantar a sólo tres metros del bloque de los jubilados. Del Río considera que la licencia, aunque ya otorgada a la constructora, no es legal. A esta conclusión ha llegado después de examinarla "con lupa", tal y como prometió. De esta manera, la empresa no podrá construir y será indemnizada con el precio del coste de la licencia y los impuestos pertinentes, unos seis millones, más los gastos desembolsados por el comienzo de las obras, que suman otros seis millones, según calculó ayer el concejal de Urbanismo.Del Río explicó que no se puede construir en ese solar porque "la edificabilidad que existía ya se agotó en los años cuarenta con la construcción del edificio de las familias de jubilados y ésa es la razón de que la licencia otorgada no se ajuste, de manera estricta, a derecho".
"A lo que la empresa no tiene derecho es a la indemnización por la compra del solar, sea cual sea el precio de éste, porque, aunque el Ayuntamiento se equivocó a la hora de otorgar una licencia, no tiene la culpa de que una empresa determinada adquiera un terreno que, a la postre, no es edificable", añadió Del Río.
Permiso en mayo
El Ayuntamiento otorgó el permiso a la constructora en mayo del año pasado. Y se empezó a construir a finales de 1999. Fue entonces cuando los residentes decidieron movilizarse para impedir lo que ellos consideraban "una gran injusticia". La mayoría lleva viviendo ahí más de 40 años.
Se dirigieron por escrito al gerente de Urbanismo, Luis Armada, que en un principio no les atendió, pero que, después de que los residentes pusieran el asunto en manos de la oposición municipal (PSOE) y colocaran pancartas en las ventanas pidiendo justicia y luz, decidió reunirse con ellos el pasado lunes.
A la salida de esa reunión, el gerente de Urbanismo anunció que el Ayuntamiento iba a revisar la licencia "con lupa" y que el asunto "se iba a solucionar de alguna manera".
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