_
_
_
_

La policía critica al Gobierno italiano por parar los partidos si hay pancartas racistas

Una bonita y justa decisión política, pero difícil de aplicar. Éste es el juicio que merece a ciertos sectores deportivos el acuerdo del Gobierno italiano de suspender, a partir del domingo, los encuentros de fútbol cuando se exhiban en los estadios pancartas racistas. El juego quedaría interrumpido sólo temporalmente, mientras se retiran los símbolos prohibidos. También hubo críticas políticas desde la coalición de centro-derecha, y sobre todo, de los sindicatos de policía, convencidos de que la medida puede resultar peligrosa en estadios inflamados de pasión futbolística.

Más información
Deporte para caballeros o asesinos

Los portavoces de los cerca de 10.000 agentes de policía, carabineros y miembros de la Guardia de Finanza que velan por la seguridad en los estadios de fútbol italianos todos los domingos consideran impracticable la medida. "Es algo absurdo, los políticos no conocen ni siquiera las leyes que manejan. Habría que precisar muy claramente qué es lo que se quiere de la policía, con una directriz muy precisa", declaraba ayer Oronzo Cosi, líder del principal sindicato policial italiano (Siulp).A juicio de Cosi, "es mejor tomar medidas preventivas que una acción de fuerza como la suspensión del partido, que podría representar un grave peligro para los aficionados presentes en el campo". Se trataría de evitar a toda costa que los hinchas entren con pancartas o banderas incorrectas al estadio. Pero, ¿cómo? Los ultras del Lazio están excepcionalmente bien organizados, tienen una sede, una publicación propia, unos líderes, y el pasado domingo se las ingeniaron para hacer pasar la pancarta alusiva a Arkan troceada, letra por letra, al Olímpico. En todo caso, si la federación está preparada, la policía tendrá que intervenir a partir del domingo, pese a los riesgos que pueda comportar la retirada de cualquiera de estos símbolos.

Dentro del mundo futbolístico las posiciones están divididas. Algunos entrenadores como Fabio Capello, técnico del Roma, -el otro gran equipo de la capital, donde también menudean los tifosi ultras aunque con menos medios y sin la organización de los del Lazio- consideran que la medida adoptada por el Gobierno "es dura". "Las pancartas de este tipo no deben aparecer en los estadios pero habría que hacer más hincapié en prevenir su aparición, con más controles en el exterior de los campos". Además, existe otro problema seguramente no valorado por los políticos, a juicio de Capello. "Es difícil establecer cual puede ser el momento justo para interrumpir un partido. No me gustaría que diera lugar a abusos".

En cambio, Ugo Poggi, vicepresidente de la Fiorentina mantiene una opinión distinta. "La medida es justa. Creo que hemos tolerado demasiado tiempo. Es normal que se adopten medidas así".

La decisión fue tomada el martes en una reunión relámpago convocada por el ministro del Interior, Enzo Bianco, y su colega de Cultura, Giovanna Melandri, conjuntamente con la autoridad deportiva, ante la indignación provocada por una pancarta desplegada el pasado domingo en el estadio Olímpico de Roma por los ultras del Lazio. En ella podía leerse en grandes letras Honor al tigre Arkan, en homenaje al líder de los paramilitares serbios acusado de crímenes de guerra, recientemente asesinado en Belgrado. Hoy será la Federación de Fútbol la que se encargue de detallar cómo y de qué manera se pondrá en práctica la medida para ser aplicada desde este domingo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_