Deterioro del IES Isabel de Villena
Leo en el suplemento de Educación del pasado 15 de enero las reflexiones de diferentes teóricos de la educación en torno a los cambios que aguardan a la institución escolar en los próximos años. Algunos de estos cambios derivan de la introducción de nuevas tecnologías y otros de la generalización de la escolarización.No puedo dejar de comparar lo que he leído con lo que estamos viviendo día a día en el IES Isabel de Villena desde el 3 de diciembre. Por deterioro del edificio fuimos desalojados en 24 horas y con el mismo carácter de urgencia se distribuyó a los alumnos en dos centros: IES Alboraia e IES Sorolla. Aparentemente gestión rápida y eficaz. Pero ¿se ha resuelto el problema derivado de la evacuación del edificio? Desde una concepción decimonónica de la escuela el problema está resuelto: tenemos techo, pizarra y hasta calefacción. Sin embargo ¿Cuáles son las condiciones de trabajo en la escuela del año 2000, según las funciones que la LOGSE atribuye y la sociedad exige? Un instituto de secundaria para atender las demandas legales y sociales, además de tener recogidos a los alumnos durante el periodo lectivo, debe como mínimo:
1. Disponer de recursos materiales. Todo nuestro material (laboratorio, biblioteca, etcétera) permanece en el edificio a derruir. Los centros de acogida no disponen de dotación económica extraordinaria para asumir el gasto derivado del uso de su dotación por varios cientos de alumnos más.
2. Elaborar un proyecto educativo y curricular propio, valorándolo y adecuándolo permanentemente a las características de los alumnos. ¿Cómo hacer esto si el horario de los profesores se distribuye desde las 15.15 hasta las 21.45 horas, sin incluir la celebración de claustros, evaluaciones, reuniones de coordinación pedagógica, etcétera?
3. Cumplir una función educadora y de socialización. ¿Cómo lograr los objetivos de convivencia, desarrollo de la participación, integración en grupo, si no tenemos ni siquiera un local común? ¿Qué actividades culturales extraescolares podemos hacer? La sensación de provisionalidad y la tensión que se observa en los alumnos (sobre todo los más jóvenes de ESO) no constituye el clima afectivo idóneo para lograr un buen proceso de enseñanza-aprendizaje.
En un momento de bonanza económica como el actual no parece que la educación constituya una prioridad para el gobierno de la Generalitat Valenciana.
Éste no es un curso normal y los alumnos y profesores somos los más perjudicados.- , jefa del departamento de Física y Química del IES Isabel de Villena.
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