El Haydn madrileño

Fue coetáneo de Haydn, gran admirador suyo y también músico. Pero no nació en la culta y melómana Austria, sino en la madrileña, pequeña y modesta población de Valverde de Alcalá. Se llamaba Antonio Rodríguez de Hita, y ahora sus vecinos y el grupo socialista en la Asamblea de Madrid quieren homenajearlo porque creen que ha sido olvidado. Valverde es un pueblo minúsculo y sorprendente. Encajonado entre resecas y peladas lomas, aparece en mitad del paisaje como el único oasis urbano posible en bastantes kilómetros. En mitad del pequeño casco urbano, se distingue un derruido convento huella de antiguos esplendores. En este ambiente, nació Rodríguez de Hita en 1725. De su niñez apenas se sabe nada pues los archivos judiciales y parroquiales se perdieron durante la guerra civil.

Pero los diversos estudios que sobre este músico se han realizado coinciden en que aprendió desde muy joven latín, solfeo, órgano y composición en el ahora derruido cenobio. Siendo muy niño dejó Valverde y se trasladó a Alcalá, donde logró ser organista de la magistral con sólo 13 años. Con 19, se presentó a unas oposiciones al cabildo de la catedral de Palencia, donde residió 21 años. Fue su época más fecunda.

Sus composiciones, en las que mezclaba el clasicismo y las nuevas tendencias musicales de la época, arraigaron pronto entre el público. Escribió y buscó además nuevas formas de expresión, que le llevaron "a provocar un enorme revuelo por la audacia de sus teorías", según Hilarión Eslava. Posteriormente, se convirtió en capellán de la Encarnación de Madrid y con su talento logró que sus composiciones fueran escuchadas en todas las catedrales de España y su imperio. Se han encontrado obras suyas en la catedral de Lima.

Menéndez Pelayo le calificó de "maestro" e Higinio Angles, en su Historia de la música, de "personaje ilustre que trabajó por la purificación de la música religiosa española". Este último llegó a decir que "con ser muy anterior a Mozart, tiene páginas lindísimas que parecen de la pluma del divino compositor". Pero no todos pensaron igual, otros eruditos comparan la obra de este modesto hijo de Valverde de Alcalá con la de Bach y Haydn.

"Antonio Rodríguez de Hita es un gran desconocido entre los madrileños, a pesar de que tiene óperas, como las Segadoras de Vallecas, dedicadas totalmente a Madrid", señala el parlamentario socialista Antonio Chazarra, que ha reclamado ya al parlamento regional que se homenajee a "este innovador musical madrileño".

A Rodríguez de Hita -que no cuenta con una plaza, calle o edificio que recuerde su nombre en la región- se le dedicará en breve en Valverde de Alcalá la Casa de la Cultura. "Es poco lo que podemos hacer", señala el primer teniente de alcalde, Victoriano García Puebla. "Invitaremos al coro de la catedral de Palencia, a los responsables de la Universidad de Alcalá e intentaremos homenajearle lo mejor posible. Pero creo que se merece algo más", concluye.