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Anulada la expulsión de un guardia civil por beber y oír música en su puesto

El Tribunal Supremo ha anulado una resolución del Ministerio de Defensa que expulsó de la Guardia Civil a un agente de la Comandancia de Manresa (Barcelona) por beber alcohol y escuchar música a gran volumen con un amigo en una guardia. El Supremo entiende más "proporcionado" suspenderle de empleo durante un año. Según la sentencia, el guardia civil, que ya había sido sancionado por una falta grave de embriaguez fuera de servicio, llegó dos horas tarde al lugar donde debía prestar la guardia, pues se había demorado en una cena con un amigo suyo, también agente del instituto armado, en la que ingirió al menos un litro de cerveza.

El agente sancionado siguió bebiendo whisky con cola durante la guardia en la puerta del cuartel, en la que también estuvo acompañado por su amigo, vestido de paisano. Al tiempo, escuchaban un aparato de música a gran volumen. "Varios vecinos, entre ellos la empleada de la limpieza del acuartelamiento, además del guardia que efectuó el relevo, pudieron ver el estado en el que ambos se encontraban", relata la sentencia.

El Supremo desestima la anulación completa de la sanción reclamada por el agente, que alegó padecer una fuerte depresión, pero revoca la separación del servicio decretada por Defensa y afirma que "la sanción adecuada es la suspensión de empleo de un año".

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