Redondo acudirá a una nueva reunión con el 'lehendakari', pese a no juzgarla "oportuna"

El secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, está dispuesto a acudir a una nueva llamada del lehendakari, Juan José Ibarretxe, para evaluar la marcha del proceso de paz, aunque no considera "oportuna" esta reunión. Según Redondo, la ronda de contactos que Ibarretxe ha vuelto a abrir con todos los partidos vascos no llega en el momento "más idóneo" debido a la proximidad de las elecciones generales del 12 de marzo.

La última vez que Redondo y el jefe del Ejecutivo vasco mantuvieron una entrevista fue el pasado 14 de enero. El líder socialista pidió entonces a Ibarretxe que estudiara la adopción de "medidas preventivas" para intentar proteger a los posibles objetivos de la violencia callejera. Este mes de enero, los militantes o cargos socialistas ya han sufrido ocho ataques. "No se han adoptado esas medidas de prevención y el Parlamento no ha sido capaz de emitir un comunicado de solidaridad con las víctimas", se lamentó ayer Redondo en Vitoria.En este contexto llega la llamada de Ibarretxe. "El lehendakari convoca a los partidos como cuando no sabe qué hacer y ante la inminencia de una campaña electoral", reprochó el secretario de los socialistas vascos. Sin embargo, a pesar de esta crítica se mostró dispuesto a acudir y no secundar el ejemplo del presidente del PP de Euskadi, Carlos Iturgaiz, quien esta semana plantó a Ibarretxe porque el Gobierno vasco no ha roto relaciones con EH tras el atentado de ETA. "Lo último que hay que hacer es romper el diálogo, pero le pido a Ibarretxe serenidad", apostilló.

Mientras, Iturgaiz volvió ayer a cargar contra el lehendakari y le acusó de "mentir" por seguir con EH. "Si tuviera un mínimo grado de dignidad [en alusión a Ibarretxe], abandonaría y convocaría elecciones anticipadas en el País Vasco. Mintió cuando dijo que no gobernaría con aquéllos que no condenaran la violencia y hoy sigue sin romper con EH, que no la condena".

Tanto Redondo como Iturgaiz arremetieron contra el PNV por "dudar" de la "recta voluntad del Ministerio del Interior y del juez Garzón" en relación a las detenciones de miembros de HB relacionados con ETA.