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Parlamentarias en el mundo: sólo el 13%

Han legislado cuotas seis países de 190, entre los que España es el 18º por representación femenina

Por las buenas o por las malas, ha venido a decir la Asamblea Nacional Francesa que el pasado miércoles aprobó un proyecto de ley que impone la paridad de hombres y mujeres en las listas electorales -al 50%-so pena de descuentos en las subvenciones al partido que no lo acate. No fueron suficientes los llamamientos a la implantación voluntaria de cuotas en los partidos políticos, como han hecho otras naciones del norte europeo.No fue suficiente ni en Francia ni en la inmensa mayoría de los parlamentos del mundo, ya que como acaba de demostrar un informe de la Unión Interparlamentaria (UIP), la situación no ha cambiado ni un ápice desde 1995, año en que se celebró en Pekín la cumbre mundial sobre la Mujer en la que se asumieron grandes propósitos de enmienda. En estos momentos, sólo son mujeres el 13,1% de los 41.256 parlamentarios censados en el planeta. Para la UIP, organización internacional a la que pertenecen 139 de los 190 parlamentos del mundo, este hecho confirma que "han evolucionado más las mentalidades que la realidad y las leyes".

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Por continentes, Europa está a la cabeza, con un 15,5 de representantes femeninas, gracias al tirón de las democracias del norte. Según el informe, presentado la pasada semana en Ginebra, Suecia tiene el parlamento más igualitario del mundo, con un 42% de mujeres; Dinamarca tiene un 37,4%; Finlandia, un 37%; Noruega, un 36,4 y los Países Bajos, un 36%. A cierta distancia le sigue Alemania con un 30%, porcentaje muy similar al encontrado en África del Sur o Nueva Zelanda. España, con 21,6% ocupa el puesto número 18 del total de los 190 parlamentos estudiados. A Italia y Francia hay que buscarlas en el puesto 52 y 53 con 11,1 y 10,9% respectivamente.

Los buenos resultados observados en los países nórdicos sólo se deben a la implantación voluntaria de cuotas en los partidos políticos. Ninguno de ellos tiene legislaciones nacionales que marquen cuotas electorales. A Bélgica, que sí la tiene desde 1994 y la aplicó por primera vez el verano pasado, no le ha servido para tener un tercio de mujeres en su parlamento, como prevé la ley. Sólo alcanzó el 23,3% en las pasadas elecciones. A diferencia de Francia, los legisladores belgas no estipularon ni el orden en el que deben incluirse las candidatas en las listas ni sanción alguna para el partido que incumpla la norma. Otros cinco países del mundo han legislado cupos obligatorios (Argentina, Brasil, Nepal, Filipinas y Corea) con parecidos resultados a Bélgica. Cuatro más han optado por hacer una mínima reserva de plazas en los escaños de sus cámaras (Bangladesh, Burkina Faso Uganda y Tanzania).

Volviendo al balance de la UIP, el grado de desarrollo de un país no es una medida directa de la presencia femenina en las instituciones. Canadá apenas sobrepasa el 20% de mujeres en su parlamento y Estados Unidos se queda en un 13,3%. Las ideologías sí lo son. La media de los países árabes exhibe la cuota más baja de mujeres en sus cámaras de representantes: el 3,4%.

Suecia ha llevado a su gobierno la medida de su parlamento. En estos momentos hay más mujeres que hombres en su gabinete. Sigue siendo una excepción. A finales del pasado agosto, la UIP censaba solo siete naciones con jefas de Estado (Guyana, Irlanda, Letonia, Panamá, San Marino, Sri Lanka y Suiza); cinco con vicepresidentas (ex república yugoslava de Macedonia, Honduras, República Islámica de Irán. Uganda y Vietnam) . Otros tres Estados tenían una jefa de Gobierno (Bangladesh, Nueva Zelanda y Sri Lanka). La lista se acaba aquí.

En el citado informe se destaca que la presencia de mujeres en los gobiernos no sobrepasa el 10% de su composición y se confirma la tendencia de que éstas siempre ocupen el mismo tipo de carteras: la de Salud o Medioambiente, en 22 Estados; Asuntos Sociales, en 23 y ministerios de la condición femenina, en 24. Hay más ministras de Justicia que de Educación, 20 frente a 19. Trabajo y Cultura son también destinos prefentes para mujeres en la política.

La batalla ha empezado pero el camino por recorrer es largo, concluye la UIP. Este organismo, fundado en 1889, aprobó una declaración universal en 1997 donde se estipula que "no habrá democracia sin una colaboración real entre hombres y mujeres en la realización de los asuntos públicos, donde hombres y mujeres, en igualdad y complementariedad, se enriquezcan mutuamente con sus diferencias". La propia UIP acaba de elegir a una mujer como presidenta. Es verdad que ha tardado 110 años, como recordaba el pasado octubre, la recién nombrada Najma Akbarali, a su vez, vicepresidenta del Congreso de la India.

Precisamente este país debate desde hace unos meses un proyecto legislativo que obligaría a tener un 33% de mujeres en sus parlamentos estatales y central. Un nuevo intento se hará en abril en una intensa pugna entre partidarios y detractores.

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