EL TOPO "El coche devora la ciudad"
Seis años después de la aparición del oso antimoroso, al alcalde le tocó ser víctima de un topo. Con pancartas como "no a las autopistas subterráneas", o "el coche devora la ciudad", hizo su aparición el singular personaje en 1999. La idea partió del grupo Ecologistas en Acción para protestar contra los túneles y autopistas subterráneos que proyectaba construir José María Álvarez del Manzano. Las apariciones del topo, aunque se anunciaron persistentes, tuvieron una vida muy corta.
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