Zaplana asegura que "no se ha producido ningún quebranto" en el Ivex

La Generalitat ya ha depositado 300 millones de pesetas en el juzgado como provisión para hacer frente a las letras avaladas por el último director general de Ivex, José María Tabares, quien supuestamente firmó los efectos comerciales sin conocimiento de sus superiores. El agujero podría llegar a sumar 1.049 millones, si todos los efectos avalados por Tabares se pusieran en circulación. Sin embargo, Eduardo Zaplana, se aferró ayer a la literalidad del proceso en curso y afirmó: "No se ha producido ningún quebranto en el Ivex".

"Y Dios quiera que no se produzca", añadió el presidente de la Generalitat. El aserto es correcto puesto que la Generalitat sólo ha tenido que depositar en los juzgados, hasta la fecha, 300 millones de pesetas correspondientes a las letras giradas entre dos sociedades del empresario francés Jean Luc Lagier, que nunca fueron asumidas y que han sido reclamadas al Ivex como avalista de las operaciones. Unas maniobras que tienen su origen en el contrato firmado con Ford en julio de 1995 que pretendía generar derechos de compensación a favor de la multinacional del automóvil para que pudiera vender sus vehículos en Túnez.La entidad pública presentó una querella contra Tabares y Lagier por un supuesto delito societario que habría ocasionado un "quebranto económico" superior a mil millones de pesetas, según palabras textuales de Carmen de Miguel, actual directora del Ivex, pronunciadas cuando se denunció públicamente el caso.

Corresponde a los tribunales establecer la posible responsabilidad penal de los hechos. Si no la hubiera, la Generalitat ya ha deslizado que reclamará el dinero por vía civil. Por eso, Zaplana se atrevió a sembrar un poco más de confusión en torno al caso y declaró: "Muchas veces se dan por hechos datos que no corresponden todavía y a lo mejor no corresponderán nunca con la realidad".

Sin embargo, fuentes de la Generalitat asumen que las arcas públicas se verán obligadas a hacer frente a las reclamaciones bancarias y temen que Tabares no tendrá ningún problema al declararse insolvente, si finalmente el fallo judicial le atribuye alguna responsabilidad en los hechos.

Zaplana presidió una reunión del consejo asesor del Ivex que supuso un auténtido espaldarazo público a Carmen de Miguel, directora de la entidad, cuya breve gestión se relaciona hasta la fecha con la querella presentada contra su predecesor en el cargo. "Acontecimientos que no han contribuido a que pudiera trabajar con sosiego", como explicó Zaplana ante el consejo.

El presidente de la Generalitat, que apoyó las líneas estratégicas de acción futura presentadas por De Miguel, destacó que la globalización de la economía no debe ser interpretada como "una amenaza" por los empresarios valencianos, sino como "una oportunidad".

El Ivex apoyará la presencia de las pequeñas y medianas empresas valencianas en el exterior a través de un fondo de 4.000 millones de pesetas que aportará el Instituto Valenciano de Finanzas y bautizado como Fivex.

Los objetivos presentados por De Miguel para el futuro inmediato pasan por diversificar las exportaciones de productos valencianos; extender la actividad exportadora a nuevos productos, con especial hincapié en materiales con alto valor añadido en su elaboración; abrir nuevos mercados en países emergentes, esencialmente Latinoamérica, Rusia y el Extremo Oriente; establecer vinculaciones con empresas valencianas presentes en mercados consolidados y fomentar la implantación de promotores valencianos en el extranjero; consolidar el mercado de la Unión Europea, destino preferente de la inmensa mayoría de la producción valenciana; y mejorar la eficacia de la entidad a través de un observatorio empresarial y comercial.