Investigación contra un piloto que condujo ebrio. El piloto había bebido cuatro veces más de lo permitido a un automovilista
La titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, María Frieda San José, ha enviado una comisión rogatoria a sus colegas de Dublín (Irlanda) para que interroguen como imputado de un delito contra la navegación aérea al comandante de un avión que condujo borracho su aeronave en el aeropuerto de Barajas. El avión, de la compañía británica Virgin, demoró su salida cinco horas debido a que tanto la tripulación, de nacionalidad española, como los pasajeros se amotinaron y obligaron al piloto a abortar in extremis el despegue. Los pasajeros se soliviantaron al notar en sus asientos, en un día soleado y sin viento, los intempestivos vaivenes que experimentaba la aeronave en su recorrido hacia la pista de despegue, según consta en las diligencias judiciales.El suceso ocurrió el pasado 28 de agosto en Barajas, cuando el avión se disponía a efectuar la ruta Madrid-Bruselas. La aeronave empezó a rodar con destino a la pista de despegue en un trayecto salpicado de frenazos bruscos y balanceos carentes de justificación.
Los miembros de la tripulación, que vieron al comandante arribar al avión tarde y dando tumbos, le dejaron arrancar la nave y dirigirse hacia la cabecera de pista, pero, al ver los intempestivos frenazos y su dificultad para articular palabra, le obligaron a abortar el despegue, tras convencerle de que los pasajeros estaban asustados y se negaban a viajar. El comandante del avión, el ciudadano irlandés T. P. M. L., dio la vuelta con el aparato, lo dejó estacionado y se hospedó en un hotel de Barajas. Debido al revuelo, efectivos de la Guardia Civil le visitaron en el hotel y le sometieron a la prueba de alcoholemia, que dio positiva. El alcohólimetro, según las diligencias judiciales, registró una tasa de 1,05 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado.
Traducida a los parámetros que se emplean en la conducción de coches, esta tasa equivale a 2,010 milígramos por litro de alcohol en sangre; es decir, cuatro veces más del límite máximo fijado para los automovilistas. Los pilotos tienen terminantemente prohibida la ingesta de bebidas alcohólicas 24 horas antes de tripular un avión, indicaron ayer fuentes del sindicato SEPLA.
Estado de embriaguez
Entre los pasajeros se hallaba el abogado Miguel R. L., quien presentó una denuncia en la plaza de Castilla contra el comandante. La Guardia Civil, por su lado, también actuó de oficio y elevó los hechos al juzgado, aunque no interrogó al piloto "debido a su estado de embriaguez", según consta en las diligencias. "Esto es lo más fuerte que he visto en mi vida", asegura el letrado que le comentó un mando de la Guardia Civil tras el incidente.
El avión partió finalmente de Barajas con cinco horas de retraso, pero con otro comandante al mando, que tuvo que desplazarse a Madrid desde Dublín enviado por la compañía. Fuentes jurídicas aseguran que nunca se debió dejar marchar al comandante sin antes haberle tomado declaración judicial. El piloto presentó la dimisión de su cargo al día siguiente, tras anunciar la compañía que tomaría medidas contra él, según el abogado Miguel R.
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