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"Este proceso no debería terminar sin ningún acuerdo"

Desconfía. Pero no quiere desaprovechar la inesperada oportunidad que se le ha presentado a IU de conseguir unos mejores resultados electorales en un momento en que los pronósticos le son muy adversos.Pregunta. ¿Cómo se sienten en Izquierda Unida al ser mencionados ahora por Aznar como comunistas, en tono peyorativo, después de haberles tratado con mimo durante todo el tiempo en que a él le ha venido bien darles protagonismo para quitárselo al PSOE?

Respuesta. Izquierda Unida se habrá sonreído, supongo, porque hay más personas que los comunistas. Yo he visto la utilización de ese lenguaje, de hablar de los comunistas en sentido peyorativo, en otros momentos electorales, tanto en boca de dirigentes de UCD como del PSOE. Ahora lo saca Aznar para dar a entender que Almunia puede gobernar con un cajón de sastre en el que estarán nacionalistas, comunistas..., y aprobarán un programa que a saber a dónde conduce a España. Yo me sonrío.

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P. José María Aznar ha opinado que con un Gobierno del PSOE e IU España saldría del euro. ¿Lo certifica?

R. No veo por qué tiene que ocurrir eso. No va a suceder en Francia, con un Gobierno muy de izquierdas.

P. Anguita se preguntaba hace 48 horas, "unidad de la izquierda ¿para qué?", lo que daba a entender que a él no le molesta que continúe Aznar de presidente del Gobierno. ¿A usted sí?

R. Anguita ya hizo en mayo de 1998 once propuestas para gobernar este país desde la izquierda. Anguita ha sido durante mucho tiempo el que ha impulsado desde IU la posibilidad de que haya un Gobierno de izquierdas.Tan es así que ya entonces no se incluyeron cuestiones sobre la OTAN o el Pacto de Estabilidad. En cambio, en las propuestas que nos hace ahora el PSOE se incluyen el mantenimiento de esos compromisos internacionales, ante los que nosotros tenemos posiciones diferenciadas.

P. ¿Le parece razonable la oferta socialista, incluidos esos compromisos?

R. Hay cuatro puntos en los que difícilmente puede haber acuerdo, y otros seis puntos que son muy genéricos y en los que puede haber acuerdo en la medida en que se concreten. Nosotros hemos hecho una aproximación paralela, con propuestas en el terreno social y del empleo, de la economía y fiscalidad, de la ecología, del desarrollo de las libertades y del desarrollo federal. Proponemos cosas concretas, algunas de ellas, como la ley para establecer la jornada laboral de 35 horas, fue aprobada en un congreso de UGT.

P. ¿Para usted es imprescindible que la jornada laboral de 35 horas se imponga por ley o aceptaría que se avanzase hacia ese objetivo con medidas de incentivo más de que imposición legal?

R. Es la ley, la legislación, la que hace avanzar el desarrollo social. ¡Claro que los empresarios y sindicatos siempre pueden negociar una reducción de la jornada! Pero debe haber una ley, válida para todo el mundo, para los que tienen posibilidad de negociar convenios porque tienen fuerza sindical y para los que no tienen esa posibilidad.

P. En lo que proponen ¿hay cosas que son irrenunciables o todas son negociables si eso ayuda a conseguir el acuerdo?

R. Irrenunciables... Hombre... Pertenecen al terreno de la negociación política. En un acuerdo con contenidos programáticos, si se llega a un punto de encuentro en el que cada fuerza se siente representada en una futura acción de gobierno, se puede llegar a un entendimiento. Hay cuestiones muy importantes en las que no debería haber problema. El PSOE dijo que la reforma del impuesto sobre la renta aprobada por el PP estaba hecha a favor de los ricos y en contra de los pobres. Estamos de acuerdo...

P. ¿Usted elevaría de nuevo los tipos máximos?

R. Sí. Mantendríamos la ley como está; la mejoraríamos en el caso de reducir impuestos de las rentas medias hacia abajo y subiríamos los tipos máximos...

P. ¿Hasta dónde?

R. Al 56% del tipo marginal máximo. Nosotros buscaríamos sobre todo una mayor gradualidad sobre las rentas del capital, extraordinariamente favorecidas por la política fiscal del Partido Popular.

P. ¿Usted cree que es imaginable ganar unas elecciones con un anuncio de subida de impuestos?

R. Es que no es un anuncio de subida de impuestos. Es un anuncio de gradualidad y de subida de impuestos, por tanto, para las rentas más altas, pero no para las más bajas. Para las bajas, en algunos casos, representa no sólo mantenimiento de los impuestos, sino reducción de los impuestos. Pero, además, hay que decir a la gente que no se deje engañar, que pagar impuestos es tener garantizados unos servicios públicos, y que si el Estado no invierte en ellos el ciudadano tiene que recurrir a la iniciativa privada y eso le acaba saliendo más caro.

P. ¿Ustedes están en una situación en la que tienen que elegir entre favorecer la llegada de un Gobierno de otro partido, pero más afín, o preservar su perfil propio, con riesgo de debilitarse más?

R. No. Se puede lograr ambas cosas. Todo lo que permita avanzar hacia un Gobierno más a la izquierda es bueno. Si el PSOE necesitara, sin pacto previo, los votos de IU para una investidura los tendría.

P. ¿Dónde están hoy los obstáculos para la consecución de un acuerdo entre ustedes y el PSOE?

R. Primero, tenemos que ver lo que da de sí el debate sobre las propuestas que todos hemos puestos sobre la mesa. Si no hay un acuerdo político de fondo, programático, es difícil...

P. En este momento, ¿hay visos de que puedan llegar a un acuerdo? Si le retaran a hacer una apuesta, ¿aceptaría, o declinaría?

R. No apostaría. Pero es que yo apuesto poco.

P. Hasta ahora ¿se ha producido alguna aproximación de posiciones entre ustedes y el PSOE?

R. El acercamiento ya se produce cuando hay un diálogo fluido y concreto para intentar un acuerdo. Y eso ya vale mucho.

P. ¿Usted descarta que pueda terminar sin ningún acuerdo?

R. Creo que no debería terminar sin ningún acuerdo. Como mínimo, debía terminar con una declaración y un compromiso conjunto, de ejecución parlamentaria o desde el Gobierno.

P. ¿Usted ve este proceso como la primera posibilidad que surge de un acuerdo nacional entre el PSOE e IU o lo ve, en expresión de Anguita, como una escena en la que "al que tiene hambre le enseñan la foto de un pollo asado"?

R. Bueno, cada cual utiliza las metáforas que le parecen mejor. Lo más importante de este proceso es que, por primera vez desde que tengo uso de razón política, el PSOE ha cambiado de lenguaje y trata a Izquierda Unida no solo con cortesía, sino con respeto; y por primera vez se plantea la posibilidad de que el PSOE esté dispuesto a gobernar con un programa pactado entre fuerzas de izquierda. Sólo este hecho puede levantar ilusión e interés en muchas personas de izquierda que están en la abstención porque han dejado de creer en el mensaje del PSOE y porque no creen en el de IU. Si acordáramos una declaración conjunta, con el compromiso de materializarla desde el Gobierno o el Parlamento, nos veríamos beneficiados ambos partidos.

P. ¿Ve más factible eso que un acuerdo sobre listas electorales?

R. También sería factible, si hubiera un acuerdo programático previo, ir en coalición en algunas provincias.

P. El líder del PSOE dijo ayer en estas mismas páginas que "la respuesta de IU determinará si prefiere que el presidente del Gobierno sea Aznar o Almunia".

R. No es una buena forma de intervenir en el diálogo que estamos manteniendo. Entre el PP e IU no hay prácticamente nada coincidente.

P. ¿Ve usted ministros de Izquierda Unida sentados en el próximo Gobierno de España, presididos por Almunia?

R. En la política y en la vida soñar no cuesta dinero. Hombre, sería bueno, porque revelaría que se habría producido un acuerdo para formar un Gobierno de izquierdas.

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