IU propone al PSOE la jornada de 35 horas por ley y el aumento de la presión fiscal
Si el PSOE esperaba que Izquierda Unida le plantease la salida de España de la OTAN o el abandono de los compromiso contenidos en el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea para llegar a un acuerdo electoral, se equivocó. La carta que Francisco Frutos remitió ayer a Joaquín Almunia constata estas diferencias, pero propone aparcarlas. En su lugar, plantea una serie de compromisos concretos que, en la mayoría de los casos, no contradicen el decálogo contenido en la oferta socialista. Hay excepciones, pues el PSOE propone mantener la presión fiscal y IU quiere aumentarla en tres puntos.
Izquierda Unida respondió ayer al decálogo que le planteó el PSOE con una carta en la que detalla sus contraofertas, agrupadas en seis apartados. Se trata, como afirma el propio Frutos, de "llegar a mayores concreciones", a través de una "imprescibible negociación" que desemboque en un "acuerdo programático" y un "compromiso para un gobierno de las izquierdas plurales".La carta constata las "conocidas" diferencias de IU con algunos de los planteamientos socialistas, como los referidas al Pacto de Estabilidad, el mantenimiento de la presión fiscal o de los compromisos de España en materia de seguridad y defensa, pero sugiere aparcarlas en aras a lograr "acuerdos sobre mínimos".
Del modelo francés, citado por Almunia, Frutos elogia la "capacidad para distinguir los acuerdos y las diferencias y la madurez para gestionar el conflicto y la diversidad sin ocultarlos, todo ello sin menoscabo de la eficacia en las tareas de gobierno".
Hay una notable excepción a este propósito, ya que IU quiere aumentar en tres puntos la presión fiscal, no sólo mediante la lucha contra el fraude, sino también imponiendo mayor carga tributaria a las rentas más altas y de capital. Para ello, propone anular la reforma del impuesto sobre la renta que impulsó el Gobierno del PP en 1998, lo que ha excluido expresamente el PSOE.
También supone una diferencia sustancial la pretensión de IU de instaurar por ley la jornada laboral de 35 horas, un planteamiento al que se ha opuesto reiteradamente Joaquín Almunia en sus declaraciones públicas.
Respuesta detallada
En otros puntos, la contradicción no está en los principios, sino en el grado de detalle. Si la oferta del PSOE era deliberadamente genérica, la de IU es intencionadamente detallada. Por ejemplo, a la promesa de "sustitución de la energia nuclear", IU contesta con una pregunta: "¿Cuántas y cuáles [centrales nucleares] se cerrarán durante esta próxima legislatura?"
No menos concreta es su propuesta de situar el Salario Mínimo Interprofesional en 77.582 pesetas al mes o de equiparar con éste la cuantía de la pensión mínima contributiva con cónyuge.
Aunque ello resulta más asumible para el PSOE que la "paralización de los procesos privatizadores" de empresas públicas y la "revisión", que no reversión, de los ya realizados. O la supresión de las Empresas de Trabajo Temporal, creadas bajo el Gobierno socialista. Y la intención de reformar la Ley Electoral, para asegurar su proporcionalidad.
Las diferencias de IU en materia de política antiterrorista las solventa Frutos con un párrafo en el que alude a la necesidad de buscar un "final dialogado de la violencia" que excluya la negociación de temas políticos con ETA. No se adivinan tras estas palabras el derecho de autodeterminación o el acercamiento de los presos etarras al País Vasco, defendidos tradicionalmente por IU.
El mayor obstáculo, sin embargo, no radica en el programa, sino en la estrategia electoral. Frutos responde de forma "claramente negativa" a la demanda de que IU no se presente en las 34 provincias en las que nunca ha logrado escaño y propone, en cambio, negociar de una "Declaración Común" que se convertiría en programa de gobierno, si el resultado lo hiciera posible.
IU no prefiere, aclara, que siga gobernando el PP -"No queremos que esta situación se perpetúe ni un día más", asegura-, pero los recelos hacia el PSOE no se han disipado, como revela la frase que Frutos dirige a Almunia. "Deseamos entender que tu carta pretende contribuir" a la unidad de la izquierda, dice.
