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El lado malo de Araña Negra

Domingo Poza, Araña Negra, portero del Flisa Fútbol Sala, en Dos Hermanas, tiene un lado malo: su pierna izquierda no le sirve para mucho desde que, de pequeño, le atacara la polio. Cojo y todo, en la liga del año pasado fue el portero menos goleado y su equipo quedó campeón.El sustituto de Araña Negra en la portería es Francisco Oviedo, sordo, y "muy nervioso", dice él. Los laterales, Luque y Lebrón, comparten minusvalía; al primero le falta la mano izquierda (lleva una prótesis que a veces pierde en algún lance del juego) y el segundo tiene paralizado todo el brazo. El defensa escoba, en cambio, Juan Miguel, sólo cuenta con un muñón como mano. "Lo mío es de nacimiento", aclara. Completan la alineación los delanteros Paco Valle, sordo, ("se hincha a meter goles" jalean sus compañeros, "porque no oye los pitidos del árbitro") y Brito, con un brazo paralizado que protege en cabestrillo. "Es como si jugara acunando todo el rato a un niño", explica Araña Negra.

La historia de este equipo singular -ellos creen que son los únicos minusválidos de España que compiten en una liga normal- se remonta a 1998. Aquel año la Concejalía de Deportes de Dos Hermanas rechazó su inscripción. "¿Cómo iban a jugar personas con una deficiencia contra equipos, físicamente, normales? Podían hacerles dañó. ¡Les machacarían!", cuenta José Noa, el presidente del equipo, que les dijo el concejal de Deportes. Pero el año pasado volvieron a intentarlo y esta vez el Ayuntamiento no tuvo más remedio que aceptarlos. Lo contrario hubiera sido reincidir en la discriminación.

En la liga competían 18 equipos. "Al principio, los jugadores contrarios nos miraban... ¡Fíjate! El que no teníamos manco estaba sordo... Y el portero, cojo", comenta el entrenador Bernal. "En cuanto nos veían aparecer en el campo iban a quejarse al árbitro; creían que era algo ilegal. Pero el trencilla se encogía de hombros y pitaba para que comenzase el partido".

Los resultados acallaron enseguida cualquier duda. Al final de la primera vuelta el balance fue elocuente: 15 victorias, dos empates y una sola derrota. Y al concluir el campeonato, del que resultaron ganadores, su capacidad para competir quedó muy clara: de los 34 partidos jugados ganaron 25, empataron tres y perdieron seis. Marcaron 185 goles y encajaron sólo 67. Flisa resultó ser el equipo menos goleado. En total sumaron 78 puntos de los 102 posibles, uno más que el subcampeón.

Este año las cosas, de momento, no les van tan bien; Han pasado de 4ª a 3ª División y eso se nota; les cuesta adaptarse. Además, no les dan tregua. "Todo el mundo quiere ganarnos, y ponen más empeño que si no tuviésemos una minusvalía", comenta el entrenador.

Pero lo peor parece que ha pasado. "Hemos ganado los últimos siete partidos y ya vamos los quintos", dice, sonriendo, Araña Negra, que asegura haber parado, en los 13 partidos disputados, seis penaltis de los siete que le han lanzado. "Tengo mis trucos, claro. Como todos mis compañeros. Nuestra minusvalía tenemos que suplirla con imaginación y sacrificio". Jamás faltan a los entrenamientos y en los partidos que juegan los sábados, a las cinco de la tarde, no deja de crecer la expectación. Hay que verlos sacar con una mano, correr con un brazo pegado al cuerpo o lanzarse a por el balón desde el apoyo de una pierna ortopédica... Nada les arredra; la gente les aplaude, y ellos reivindican el derecho a ser iguales y a competir con todo el mundo. Araña Negra a veces es felicitado: "Eres un monstruo, campeón", le dicen. Aunque a veces tiene un lado malo: le meten un gol

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