El Gobierno vasco suspende su acuerdo con EH hasta que se desmarque del terrorismo

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, anunció ayer, conociendo de antemano la reacción de Euskal Herritarrok (EH) al atentado de ETA, que su Gobierno deja "en suspenso" el acuerdo parlamentario firmado en mayo pasado y que le proporciona la mayoría en la Cámara vasca. Ibarretxe señaló, después de saber que EH se limitaba a "lamentar" el asesinato, que será necesaria una manifestación "expresa" de desmarque y desaprobación de la acción terrorista para la continuidad del acuerdo. A los ciudadanos les pidió que se concentraran por la tarde ante los ayuntamientos de las tres capitales vascas.

El lehendakari compareció arropado por el Gobierno en pleno, al que reunió nada más conocer el atentado de ETA, después de haber cancelado todos sus compromisos. Ibarretxe prolongó luego la reunión con la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia; el portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz, y el consejero de Interior, Javier Balza, con quienes ultimó su declaración institucional.La lectura de ésta coincidió en la hora, la una y media de la tarde, con el pronunciamiento de Euskal Herritarrok, pero el presidente vasco conocía de antemano el contenido de la reacción de los radicales. En el quinto punto de su comunicación, Ibarretxe mantuvo la exigencia de una manifestación expresa de desmarque y desaprobación del asesinato del teniente coronel Pedro Antonio Blanco García que ya sabía que EH no iba a realizar. Sin ponerle un plazo a la exigencia de ese pronunciamiento, el Gobierno vasco decidió "dejar en suspenso el acuerdo de colaboración firmado el pasado 18 de mayo" con los radicales, en una fórmula cuyo alcance no se vislumbra aún.

La declaración indica que "es necesario que se produzca esa manifestación expresa por parte de EH para que el Gobierno considere que se cumplen los principios políticos en que se sustenta la vigencia del Acuerdo de Colaboración". La fórmula no implica una ruptura del pacto, pero abre un camino hacia ella a la vez que deja un plazo indefinido de tiempo a los radicales para desmarcarse de la organización terrorista.

Sin paliativos

Ibarretxe expresó su rotunda condena "sin ningún tipo de matices ni de paliativos" al atentado "que ha segado la vida de (...) una persona inocente". También aseguró que la acción de ETA llevó el dolor a los hogares vascos y, aunque se declaró consciente de que sus palabras no aliviarían del dolor de los familiares del militar asesinado, les ofreció "de todo corazón" su condolencia y la solidaridad de la sociedad vasca.

Dijo que el de ayer fue su día más triste como lehendakari -Ibarretxe fue elegido en diciembre del año pasado con la tregua de ETA en vigor y éste es el primer atentado durante su mandato- después de haber dedicado "todas" sus energías a "evitar que una situación como la presente pudiera repetirse". Pese a ello, y a calificar el atentado de "paso atrás en el camino recorrido", el jefe del Ejecutivo vasco llamó a no perder la esperanza y mostró su convencimiento de que el proceso emprendido en el País Vasco "es irreversible y nada ni nadie va a impedir" que se alcance la paz.

Mostrar rechazo a la barbarie no es suficiente, afirmó, para introducir una nueva llamada al diálogo "entre todos". También reiteró su disposición a seguir trabajando con las fuerzas políticas que apuesten "inequívoca y exclusivamente por las vías políticas para erradicar, toda violencia".

Ibarretxe acusó a ETA de haber desoído una vez más el clamor de la sociedad vasca por la paz y señaló que el atentado supone el regreso de la organización terrorista a una estrategia "del pasado, una estrategia fracasada" y rechazada expresamente por los vascos. "Ningún proyecto político puede construirse sobre la muerte de nuestros semejantes", señaló.

Por su parte, la presidenta de EA, Begoña Errazti, recordó a EH que "hay un pacto de legislatura firmado, con unas reglas de juego, y todos los firmantes tienen que cumplirlas".