La justicia israelí ordena a la policía que investigue posibles actos delictivos del presidente Weizman
La situación del presidente israelí Ezer Weizman se complica. El asesor jurídico del Gobierno, Eliakim Rubinstein, ordenó ayer, por primera vez en la historia de este país, la apertura de una investigación policial contra el jefe del Estado bajo la sospecha de que éste cometió actos delictivos.Rubinstein, cuyo cargo equivale al de fiscal general y constituye una de las máximas autoridades judiciales de Israel, había ordenado a la policía seis días antes "examinar" la situación del presidente. El eufemismo examen ya se ha transformado en una investigación policial oficial en toda regla, que se produce pocas semanas después de que un periodista local revelase que Weizman recibió en los años ochenta y noventa cerca de medio millón de dólares (unos 75 millones de pesetas) como regalo del magnate judío-francés Édouard Seroussi. Esta investigación policial será paralela a otra similar de Hacienda.
Entre el examen y la orden de investigación policial se produjeron dos novedades. En la noche del miércoles, el primer canal de la televisión estatal israelí informó de que a ese medio millón de dólares hay que añadir algo más de 900.000 dólares (unos 135 millones de pesetas), que se desviaron a una cuenta extranjera manejada en Israel por un abogado de Weizman, Janina Brandes. De esos 900.000 dólares, 831.000 se utilizaron como pago a Hacienda, 60.000 se destinaron a la compra de un automóvil para Weizman y el resto fueron pagados a Brandes.
La segunda novedad fue la revelación, filtrada por fuentes próximas a la investigación policial, de que Weizman, jefe de Estado desde 1993, tuvo relaciones comerciales en los años 1983 y 1984 con el millonario francés, que le regaló el dinero, hecho que Weizman había negado.
Sin embargo, la policía israelí desmintió otras informaciones que apuntaban a que esas relaciones comerciales entre el presidente y el millonario estaban ligadas al tráfico de armas, o que Seroussi había donado dinero al partido Iajad (Juntos) fundado por Weizman cuando concluyó su brillante carrera militar, en 1983.
Pese a estas novedades, tanto el director general de la presidencia, Ariel Shumer, como sus actuales abogados, Iaacob Weinroth y Iehuda Wainstein, aseguraron que Weizman "no tiene intenciones de dimitir", pese a que en medios políticos hay quienes le instan a hacerlo. Shumer añadió: "El presidente solicitó ser investigado como cualquier otro ciudadano, sin privilegios, pero al tiempo solicita que la investigación concluya lo antes posible sin que ello afecte a su contenido".
Los abogados Weinroth y Wainstein dijeron ayer, en nombre del presidente Weizman, que éste "es inocente y no tiene nada que ver con lo que se le atribuye", y agregaron que su relación con el millonario judío-francés Seroussi "era personal y amistosa, y que ambos la mantuvieron cuando Weizman no ocupaba cargo público alguno".
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