Menos rollo con la red

» Contra los anglicismos. "No se dice "el resto de madrileños", como suelen ustedes escribir últimamente en las páginas del suplemento de Madrid", se queja Ana; "se dice el resto de los madrileños o los demás madrileños. Es un anglicismo que no tiene sitio en el castellano. Por favor", añade, "cuiden el lenguaje, es uno de los escasos patrimonios con los que contamos", pide.» Hagan una plaza en el Puente. "Ya va siendo hora de que algún responsable municipal plantee qué es lo que se piensa hacer con la superficie que quedó libre en el Puente de Vallecas", dice Gerardo. "Es un espacio enorme y una buena plaza no vendría nada mal".

» Barrios segmentados por los pasos elevados. "Ahora, muchos años después, cuando se observa para qué han servido los llamados pasos elevados", dice Rafael, "cabe darse cuenta de hasta qué punto contribuyeron a separar de cuajo barrios enteros, que tras su construcción quedaron incomunicados, aislados, solos. A ver si los profesionales de la arquitectura, la ingeniería y afines, así como las autoridades del ramo, se dan cuenta, con perspectiva histórica, de los efectos de sus actos a largo plazo".

» Congreso médico, abandono clínico. "Tengo una dolencia temporal en un oído, concretamente una inflamación", explica un joven, "y en el ambulatorio de la Seguridad Social no la consideran grave. Vale, pero para quitarme la inflamación, o lo que sea, me dan hora para dentro de tres semanas. Trabajo en una empresa de sonido y mi sordera temporal equivale a una incapacidad completa para trabajar. Resulta", añade, "que el personal titular de otorrinolaringología se encuentra, al parecer, en un congreso, lo cual explica la tardanza en darme hora. Ahora bien", agrega, "y yo, mientras tanto, ¿qué hago? Me parece muy mal que la medicina pública, que entre todos sufragamos, haga cosas como ésta, que sólo sirven para dar argumentos a los que luchan para privatizarla y convertirla en negocio de unos pocos".

» Espacios reservados. "Me parece un verdadero atropello la proliferación de espacios reservados que se observa últimamente en distintas aceras de la ciudad", dice Juana. "Acotar un terreno para un acto público, en una ocasión puede pasar, incluso en dos ocasiones; pero convertir la excepción en regla, sobre todo en las inmediaciones del Retiro, y que la grúa actúe en estos espacios acotados, me parece inadmisible. Es un auténtico abuso que define bien la diferencia entre lo que es una manera democrática y una manera autocrática de regir un municipio. La ley obliga a todos, pero no puede obligar sólo a los mismos y, además, siempre".

» » Barbaridades. "Llamaba para decir si alguien va a investigar las barbaridades realizadas este verano por Madritel", dice Juan, "que llenaron la ciudad de aparatejos, mientras la han destripado en buena parte".:

E Fachada adefesio. "Lo que se está haciendo en la decoración de la fachada de la catedral de la Almudena no tiene nombre", se queja un lector. "La fachada se está convirtiendo en un muestrario de mezclas de estilos artísticos sin ninguna lógica ni estética", se lamenta. "Es un sin sentido de tal envergadura que no puede reconocerse una personalidad artística al conjunto, con la cantidad de dinero que costó. No creo yo que sea tan difícil definir una tonalidad estilística y evitar la acumulación de ornamentaciones estilísticamente tan disparatadas".

» Herramientas y loas. "Estoy bastante escamado con tanta alabanza como se hace al Internet", dice Carlos. "Recuerdo un refrán que decía que cuando el dedo señala las estrellas, el imbécil mira el dedo. Creo que algo así está pasando aquí, en Madrid, y en este país en general: una herramienta nunca es tan importante como la función a la que sirve, y, que yo sepa", explica, "la famosa red no es un fin en sí misma, sino más bien tiene por finalidad una supuesta extensión del conocimiento y del saber. Así que, a mi entender, menos incienso a la herramienta y más atención al conocimiento y al saber, que, por cierto, la mera herramienta no consigue por si sola, sino por el deseo de lograrlos. Así que menos rollo con Internet y más cuidado con el saber".

» Mucho cuento. "Mucha informática y mucho cuento", se queja Juan Pablo, "pero, cada vez más, los ordenadores echan más gente a la calle, a costa de hacer, peor, el trabajo que antes hacíamos los seres humanos no idiotizados con tanta milonga virtual", subraya.

» Medicina preventiva."El otro día estuve en un ambulatorio de la Seguridad Social y únicamente vi a personas ancianas", cuenta Clara. "Esto, que podría parecer un éxito, confirma el fracaso de la medicina preventiva. Este punto de vista no es pesimista, es de un gran realismo y ha de ser el que prime entre los planificadores sanitarios".