Almunia reprocha a Aznar no implicar al nacionalismo en la gobernación
Con la lectura de la Constitución es suficiente para saber "cómo hay que tratar a los nacionalistas: pidiéndoles corresponsabilidad en la gobernación de España". Ésta es la receta que ayer formuló el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia, para quien "la unidad de España no está en peligro", pero el Ejecutivo del PP ha dado tanto a los nacionalistas sin pedirles nada que se ha llegado a una situación de difícil salida.
La Fundación Alternativas invitó anoche a Almunia para que expusiera las líneas generales de su proyecto para gobernar España. Durante algo más de una hora el líder del PSOE alternó la crítica con la propuesta, abordando la política, la economía y su visión social sin alterar las reglas del mercado.No dejó en buen lugar al Gobierno del PP a cuyo presidente, José María Aznar, le atribuyó "un tono patético" para hablar de España dando la impresión de que su unidad está en peligro. "Y no es cierto", diagnosticó. Desde luego Almunia rechazó que su partido al pactar con fuerzas nacionalistas en Cataluña o en Baleares orille su proyecto global, porque desde el PSOE "sí se sabe cómo tratar a los nacionalistas". Con la lectura de la Constitución y con el federalismo todo transcurriría por cauces adecuados. "El problema está en que en estos cuatro años el PP les ha dado mucho poder y no les ha pedido corresponsabilidad". En un intento de no aparecer contradictorio con las propuestas, por ejemplo, de Pascual Maragall, Almunia hizo una definición de federalismo que precisamente alterna la cesión de competencias del Estado con la corresponsabilidad "de las partes federadas".
El PP ha tenido suerte tanto por la coyuntura económica, reconoció Almunia, como por el apoyo estable que le han brindado los nacionalistas así como por la "oposición leal y respetuosa de los socialistas". Ahora bien, el PP "con el proceso de concentración de poder que lleva a cabo demuestra la tentación de perpetuarse en el poder bordeando, incluso alterando, las reglas del juego democrático". Almunia aseguró que el PSOE hará todo lo posible para impedir que las cosas vayan por ese camino. No fue ésta la única alusión en la que ponía en duda las convicciones democráticas del PP, ya que ante la defensa "entusiasta" que los populares, y singularmente Aznar, hacen de la Constitución, el PSOE piensa que más que por devoción lo hacen por estrategia política. "No le hemos oído a Aznar en toda la legislatura hablar de la Constitución y ahora se ha convertido en su principal intérprete e incluso provoca una sensación de cierto ridículo".
Almunia dio la bienvenida a Aznar a esta defensa de la Carta Magna y expresó un deseo: "Ojalá le imiten sus seguidores y por fin la derecha española acepte las reglas del juego democrático". El tono irónico de Almunia lo abandonó por un instante para calificar de "intolerable" que si Aznar continúa con ese exceso de celo busque también "privatizar la Constitución".
La privatización de empresas públicas durante esta legislatura cuyos presidentes fueron nombrados por el PP y que continúan en sus puestos le parece a Almunia uno de los asuntos más graves que están ocurriendo en este país. "Es un asunto no sólo económico sino político porque esas empresas, que suponen el 40% del PIB, pueden privatizar el poder político". Almunia, sin dar muchos datos más, aseguró que si gana las elecciones hará lo posible "por quitar a Aznar de las manos ese inmenso poder que ha puesto en muy pocos" y lo hará, precisó inmediatamente, "sin alterar las reglas del juego democrático y las leyes del mercado".
Por la mañana, Almunia recibió a representantes de colectivos de gays y lesbianas ante los que se comprometió a defender la equiparación total de los derechos civiles de los homosexuales, en las materias de adopción, matrimonio o en la propia regulación de las parejas de hecho.
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