La defensa de los animales
Les escribo en relación a los dos artículos publicados en su periódico durante esta última semana (9 y 11 de enero) acerca del maltrato a los animales en nuestro país. Me alegra ver al fin algún espacio dedicado a la defensa de los animales, que bien se lo merecen. Yo tengo un galgo y me siento muy dolida por la falta de cariño y respeto que hay por estos perros y por los animales en general. Es vergonzosa la situación de abuso a la que los animales son sometidos diariamente. Es obvio que este problema no se limita a las fronteras de nuestro país, sino que viaja sin necesidad de pasaporte por todo el mundo. La diferencia es que en España este problema está fuera de toda consideración moral. No sé con certeza a qué es debida esta falta de compasión.A las puertas de este nuevo milenio, una reflexión sobre el trato a los animales, y, por extensión, a todos los seres que nos rodean, es absolutamente necesaria. Un claro ejemplo es el grotesco espectáculo de martirizar y torturar toros frente a miles de personas.
El respeto por los animales no es una idea nueva, aunque ahora más que nunca se hable de tolerancia, convivencia y libertad; Pitágoras, Leonardo da Vinci y Francisco de Asís, entre otros, ya cultivaban el amor y el repeto por todas las criaturas. Mientras que para unos los animales son maravillas de la vida que merecen total respeto, para otros no son más que objetos para torear, cazar y destruir.
Me gustaría que se mantuviera la sección de Defensa de Animales, porque la lucha contra la crueldad debe llegar a todas partes. Una víctima siempre es una víctima, y la compasión no tiene fronteras. Al fin y al cabo, nosotros también somos animales, y todos juntos convivimos en un mismo planeta.- Soledad Iriart. Pozuelo de Alarcón, Madrid.
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