Victoria de la candidata socialdemócrata en las elecciones en Finlandia

La candidata del Partido Socialdemócrata (PSD) y ministra de Exteriores, Tarja Halonen, se proclamó anoche como ganadora en la primera vuelta de las presidenciales finlandesas. Con el 99,9% de los votos escrutados, Halonen lograba el 40% mientras que su más directo perseguidor, el líder del Partido del Centro y jefe de la oposición, Esko Aho, obtenía el 34,4 %. La segunda y decisiva vuelta se celebra dentro de tres semanas.

Cinco de los seis partidos más importantes del país presentaron candidatas a estos comicios, interpretando que había llegado el momento de poner una mujer al frente de la presidencia. El líder centrista, sin embargo, se presenta como un serio obstáculo para tal guión.Para Aho sería conveniente ideologizar la campaña para atraer los votos de los sectores conservadores, cuyas candidatas han quedado a la deriva durante esta primera ronda. En este punto, tendrán mucho que decir los electores del Partido Conservador, cuya candidata, Riitta Uosukainen, presidenta del Parlamento unicameral, se quedó en un pobre 12,8%. El descalabro electoral de los conservadores es un duro golpe para el líder del partido y presidente del Partido Popular Europeo, Sauli Ninistö, que no acepto la candidatura aduciendo problemas personales.

La candidata derrrotada, Uosukainen dio un velado apoyo a Aho, cuando, durante la noche electoral, dijo: "Mis electores podrán elegir a la presidencia entre un candidato conservador y una candidata izquierdista". El Partido del Centro de Aho tiene profundas raíces agrarias y, así, los resultados le fueron favorables en todas las regiones rurales. Pero, para ganar la segunda vuelta tendrá que conquistar una parte significativa del electorado urbano y definir bien su posición ante Unión Europea.

Por su parte, la ministra de Exteriores, con una posición más urbana y europea, se comprometió anoche ante la prensa a continuar su defensa del Estado del Bienestar y de los derechos humanos en la escena internacional.

Abogada de profesión, Tarja Halonen, de 56 años, es hija de una familia humilde e hizo una larga carrera dentro de la Central Obrera (SAK) antes de ocupar varios ministerios y terminar dirigiendo la diplomacia de su país.