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De profesión, "liantes"

Los sueños de los cinco jóvenes que constituyen la empresa Cañamera Granadina están hechos de papel. Aunque no de uno cualquiera, sino de papel de fumar fabricado con un 98% de cáñamo y un 2% de lino. Los cinco, primos para más señas y defensores encendidos del consumo de marihuana, llegaron a la conclusión hace dos años de que su futuro no estaba en la recolección de aceituna, en la construcción o en el balneario de Lanjarón, localidad de la Alpujarra granadina en la que viven.Por ello decidieron buscar una alternativa al paro y rescataron una aplicación en desuso del cáñamo (Cannabis sativa). El papel obtenido del procesamiento del tallo de esta planta, cuya flor es la marihuana, se ha utilizado durante muchos años por su calidad en la impresión de la Biblia. También se usó esta planta para la fabricación de papel de fumar, aunque la celulosa de arroz acabó imponiéndose en este cometido.

Miguel Jaraba, Juan Romero y sus tres primos han recuperado ahora este tradicional uso y han convertido Cañamera Granadina en la única empresa andaluza que comercializa papel para liar tabaco fabricado con cáñamo. Jaraba defiende la calidad de su producto: "Algunos papeles de arroz dan sabor y huelen al quemarse. El de cáñamo es mucho mejor, se nota ya al tacto. Es más flexible, más resistente, no da sabor al tabaco ni a los porros, arde parejo y lentamente", explica.

Los cinco primos, de entre 23 y 32 años, no quieren que haya lugar a dudas sobre los posibles usos de su papel. "Está pensado y fabricado para liar canutos", aclaran sin contemplaciones.

De hecho, la publicidad que insertan en la prensa deja claro que no es para un tabaco huérfano de aliños. "Este papel tiene su origen en la misma planta que el hachís y la marihuana y es perfecto para fumar ambas", aclara Juan Romero, que defiende la "normalización" del consumo de estas drogas y el cultivo doméstico del cáñamo.

El producto de Cañamera Granadina es totalmente legal. El cáñamo del que se obtiene procede de semillas certificadas por la Unión Europea. "Su contenido en tetrahidrocannabidol, la sustancia narcótica de la Cannabis sativa, es inferior al 4% establecido oficialmente como umbral tóxico", señala Jaraba.

Los primeros librillos, de 50 unidades, de Sativo -marca del producto- llegaron a los estancos el pasado septiembre. La aceptación es bastante buena por ahora. Pero los cinco primos esperan que mejore con la futura subida de la cajetilla de cigarrillos. "En el resto de Europa, la gente gasta tabaco de liar porque es más barato, se fuma menos y otorga una apariencia bohemia".

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En cualquier caso, consideran que el negocio está garantizado. "Según fuentes oficiales, en España hay tres millones de consumidores de marihuana, aunque extraoficialmente juntamos esos tres millones sin salir de Andalucía", indica Jaraba. Y asegura que "al año se venden en la región de 10 a 14 millones de librillos de papel de liar". Dato que contrasta con la escasa compra de libros de papel de leer.

La marcha de la empresa ilusiona a los jóvenes. No descartan aumentar su actividad y cultivar ellos mismos el cáñamo para hacer la pasta de papel. Sin embargo, ganar mercado resulta difícil. "En España sólo producimos papel de cáñamo nosotros y una empresa de Barcelona muy fuerte, con la que es imposible competir", lamenta Jaraba.

A pesar de las dificultades, el sueño de papel de los cinco primos va camino de convertirse en realidad. Los librillos de Sativo se venden a cientos en España y han comenzado a abrirse mercado en Alemania, Austria, Italia y Suiza.

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