Rusia aumenta las posibilidades de uso defensivo de armas nucleares
El borrador de la nueva doctrina de seguridad nacional rusa, conocido ayer, reduce el margen para la utilización de las armas nucleares. Si en 1997 se consideraba un último recurso, para utilizar únicamente cuando estuviese amenazada la propia existencia del Estado, ahora se contempla su uso para repeler una agresión armada "si todos los otros medios de resolver la crisis se han agotado o resultan ineficaces".Valeri Manílov, vicejefe del Estado Mayor, intentó poner ayer por la tarde un poco de árnica para aliviar el estremecimiento con olor a guerra fría que provocó el documento. Este general, que tantas veces ha mostrado el rostro más duro de los militares rusos, negó que la nueva doctrina sea antioccidental, y señaló que no se han alterado los principios que determinan el uso eventual de armas atómicas, de las que destacó su importancia como elementos disuasorios.
Éstas son, según el borrador, las circunstancias en las que esa pavorosa amenaza se haría realidad: "Si se produce una agresión contra Rusia o sus aliados y cuando no haya otros medios de evitar la liquidación de Rusia como elemento de las relaciones internacionales". Según Manílov, la nueva doctrina, estudiada ya el pasado día 6, será aprobada probablemente por el presidente interino, Vladímir Putin, el 23 de febrero, Día del Defensor de la Patria.
El tono del documento no es agresivo hacia Occidente, pero, a la hora de enumerar las amenazas a la seguridad nacional, señala claros puntos de confrontación, como la disminución del papel internacional de Rusia, la expansión de la OTAN, las operaciones más allá de las fronteras de los países miembros y la posible instalación de bases de la Alianza cerca de Rusia. También se defiende un mundo multipolar en contraposición con el intento estadounidense de convertirse en la única superpotencia.
Conflictos internos
En el texto se defiende también el uso de la fuerza para resolver conflictos internos, como el que ahora se desarrolla en Chechenia, y para mantener la integridad territorial de Rusia, un inmenso país 34 veces mayor que España, que se extiende del Báltico al Pacífico a través de dos continentes y que tiene 89 repúblicas, provincias y territorios con enormes diferencias geográficas, económicas y religiosas.
La nueva doctrina de seguridad advierte del peligro de desestabilización de la situación internacional que supone el intento de algunos países de debilitar a Rusia, pero muestra el deseo de colaboración con todos los países y de avanzar hacia una mayor integración en la economía mundial.
En línea con recientes declaraciones de Putin, que defendió la necesidad de sacar a las Fuerzas Armadas del estado de postración al que les ha reducido la crisis económica, el documento defiende la necesidad de una modernización militar "para responder adecuadamente a cualquier amenaza que pueda surgir en el siglo XXI" y con el objetivo prioritario de "disuadir de una agresión".
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