Los transportistas franceses levantan el bloqueo al lograr una aplicación flexible de las 35 horas
Los transportistas franceses levantaron ayer los bloqueos en los puestos fronterizos con España, Italia, Alemania, Bélgica y Suiza, tras alcanzar un acuerdo en la madrugada de ayer con el Ministerio de Transportes de Francia. Los patronos consiguieron que el Gobierno flexibilice la aplicación al sector de la jornada de 35 horas semanales y un aumento de la subvención al consumo de gasóleo. La normalidad en los pasos fronterizos se restablecía poco a poco, aunque se formaron fuertes tapones por la movilización de los miles de camiones bloqueados.
El acuerdo, que está supeditado al visto bueno de los sindicatos, inicialmente muy recelosos, permite que los conductores de largo recorrido, el 20% del sector, puedan trabajar hasta 56 horas semanales y 220 mensuales y fija para el resto un tiempo máximo de trabajo de 48 horas semanales y 208 mensuales. Además, las empresas del sector se beneficiarán de las ayudas económicas establecidas para incentivar y compensar la reducción del tiempo de trabajo, aunque superen, como es el caso de la gran mayoría, las 35 horas semanales. Al contrario de lo que establece la ley general, a aplicar a partir del 1 de febrero tras el recurso constitucional interpuesto por la oposición, las ayudas no guardarán una relación con los puestos de trabajo creados. A cambio, las horas extraordinarias tendrán que ser pagadas como tales a partir de la número 36, cuando el límite actual está establecido en la 40.
Tras el acuerdo, de madrugada, los pasos fronterizos con Francia volvían a estar despejados, aunque el tráfico fue muy denso durante el día de ayer por la puesta en marcha casi simultánea de los miles de camiones atrapados en los dos días de bloqueo. A primera hora de la mañana, tras el acuerdo alcanzado durante la madrugada con el ministro del ramo, Jean-Claude Gayssot, los patronos franceses del transporte comenzaron a levantar las 70 barreras que cerraban a los camiones los pasos fronterizos con España, Italia, Alemania, Bélgica y Suiza.
Pese al levantamiento de las principales barreras de camiones, la fluidez del tráfico no había vuelto a la normalidad a media mañana en puntos como el túnel de Fréjus, que une Francia con Italia, donde había colas de más de ocho kilómetros. El tráfico era, en cambio, normal en el paso, también franco-italiano, de la Turbie. Los transportistas situados en el paso de Biarritz, en la frontera con España, fueron los más reacios a poner fin al bloqueo que comenzó el pasado domingo por la noche y se prolongó los pasados lunes y martes.
En virtud del acuerdo, el régimen derogatorio de la semana laboral de las 35 horas se extenderá al conjunto del sector y no sólo a los chóferes de los transportes de largo recorrido, como se contemplaba en el borrador del decreto original elaborado por el ministerio. Las organizaciones empresariales han obtenido, además, un incremento en la parte del impuesto sobre los productos petroleros que revierte directamente a las empresas.
La excepción que supone el acuerdo en el terreno de la reducción del tiempo de trabajo fue justificada por el ministro de Transportes por la especificidad misma del sector, sumamente atomizado y sometido a una dura competencia internacional.
Después de haber calmado los exasperados ánimos patronales, el problema del ministro es ahora convencer a los encrespados sindicatos, que preparan para los días 31 de este mes y 1 de febrero sendas "jornadas de acción", que incluirían el bloqueo de los puntos estratégicos.
Protestas sindicales
La reunión que Jean-Claude Gayssot mantuvo ayer tarde con los representantes de la centrales sindicales estuvo precedida por comentarios generalmente descalificatorios hacia el compromiso alcanzado por la patronal.
"El Gobierno ha cedido ante la patronal tras dos días de protesta; veremos cuánto tiempo necesitamos los asalariados para hacer ceder a los poderes públicos", indicaron representantes de la CFDT. "¿Y qué va a hacer el ministro si los sindicatos no estamos de acuerdo? ¿Los patronos habrán levantado el bloqueo inutilmente?", se interrogaba el responsable de Fuerza Obrera (FO), Roger Poletti.
Aunque admiten que la aplicación inmediata de las 35 horas en el sector resulta ilusoria, los sindicatos de asalariados reclaman una reducción más drástica del tiempo laboral, superior a las 62 horas en el transporte de largo recorrido, y unos salarios que no obliguen a los conductores a cargar con tantas horas extras.
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