Los médicos dicen que Maradona no se curará si continúa en Argentina

"Diego ya está en casa", decían los conductores de los principales programas de la mañana en las emisoras de radio argentinas, como si eso significara que todo estaba bien nuevamente. El deseo manifiesto de que se recupere es abrumador, asfixiante, se reproduce en las llamadas de los oyentes, en el correo de los lectores y en los artículos de los periódicos. El grito de los aficionados que se acercaron a la clínica Fleni (Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia), situada en el barrio de Belgrano, al norte de la ciudad y su incesante canto de guerra, -"Olé, olé, olé, Diegooo / Diegooo..."- es un rumor continuo que permanece de fondo. Su médico de cabecera, el doctor Alfredo Cahe, dijo que "si sale de ésta", se lo llevará lejos para iniciar la rehabilitación, "porque aquí nunca se curará".Maradona ingresó la noche del domingo, tras su llegada a Buenos Aires en un avión del Gobierno argentino que le trasladó desde Punta del Este (Uruguay) en la sala de terapia intermedia del cuarto piso y la Fundación dispuso un sector especial del octavo piso para que su esposa, padres e hijas, pasen el día y la noche allí.

El parte médico de ayer confirma que "sigue mejorando de su cardiopatía" y que deberá permanecer ingresado "al menos cuatro o cinco días" para que se le realicen todos los controles y se puedan evaluar las consecuencias de su afección cardiovascular. El doctor Cahe dijo que "ahora se le harán controles completos para evaluar el agrandamiento del corazón que se le ha detectado y también el sistema renal, porque tuvo una insuficiencia".

El cardiólogo Carlos Álvarez, uno de los médicos participantes de la ronda de consultas que hizo el doctor Cahe en Punta del Este, explicó al fin claramente lo que todos suponían : "Maradona sufrió una arritmia que pudo ser mortal. Corrió riesgo de muerte y si no se cuida no va a tener larga vida". Cahe admitió la gravedad de la situación : "Esta es la última oportunidad que tiene para alejarse de las adicciones. Y si se decide me lo llevo del país, aquí no se va a curar nunca". El sitio elegido es un centro de rehabilitación en Toronto, Canadá.

Según el doctor Cahe, "Fidel Castro ofreció hacer la rehabilitación en Cuba y también un médico del equipo tenía contactos con una clínica de Miami, pero nos parece en principio que en Canadá se dan mejores condiciones, el Centro de Recuperación para Adicciones Crónicas de Toronto tiene muy buenos antecedentes. En Canadá vive uno de sus hermanos y allí Diego podría mantenerse alejado de la prensa. Junto con él viajaría su esposa, Claudia, y le visitarían las hijas". Según el médico, "todo esto se hará después de explicárselo a Diego y a su familia. Es muy importante que él comprenda lo que ha pasado y que decida si piensa seguir así o está dispuesto a hacer un último gran esfuerzo, a largo plazo". Cahe, que conoció a Maradona cuando éste tenía 16 años, dice que su equipo de psiquiatras y especialistas debe asumir su responsabilidad: "A veces creíamos que ya había superado la adición y luego comprobamos que no era así."