_
_
_
_
_
FÚTBOL 19ªjornada de Liga

La Real sigue empantanada

El Oviedo fue la Real de las últimas semanas, esto es un equipo plano, y la circunstancia permitió a los donostiarras descubrir el área rival. Koklov, que jugaba su primer partido en Anoeta, ejerció de faro. El resto de sus compañeros, propuso músculo y rabia, buen juego incluso cuando el balón pasaba por los pies de De Pedro o Aranburu. El empate sin goles, sin embargo, resultó otro martillazo para el grupo de Clemente, cada día que pasa más hundido en la tabla y preso de su incapacidad ante el gol.Hasta la fecha, las urgencias de la Real tenían mucho que ver con la ausencia de un líder, de alguien capaz de ordenar con criterio su juego de ataque. Sigue sin existir tal figura, pero la combinación sobre el césped de De Pedro, Koklov y Aranburu condujo sin demasiados esfuerzos a los donostiarras hasta el área del Oviedo. Allí, se sucedieron las oportunidades de gol y se magnificó el otro problema de la Real: nadie parece capaz de empujar o lanzar el balón a la red. También faltó algo de fortuna, o sobraron las intervenciones de Esteban, el único de su equipo que realmente jugó en Anoeta. Aranburu lamentó la anchura del larguero, que en el minuto seis de partido repelió su único remate.

Más información
Con Clemente, como con Krauss pero sin gol

La impotencia de los jugadores de Clemente ante el gol adquiere tintes dramáticos. No le falta al equipo de San Sebastián ambición, pulmón o decisión. Ayer, hasta encontró el camino del área rival, solucionando una carencia que había convertido a los blanquiazules en medio equipo, el que se limita a defenderse de las habilidades que exhibe el de enfrente. El Oviedo se limitó a colocarse en fila sobre la frontal del área y renunció a todo lo demás. Ni siquiera consideró opotuno aventurarse en algún contragolpe cuando más desesperadas parecían las acometidas de la Real. Lo suyo fue un ejercicio de cobardía, desidia y mal gusto rentabilizado únicamente por el punto que tanto repudiaron los donostiarras.

"Efecto Koklov"

La Real navega apor aguas desconocidas. Acostumbrada a la serenidad que concede la tabla a los equipos de clase media, su incómoda postura en las cloacas del campeonato ha sumido a sus jugadores en la perplejidad. También a los aficionados guipuzcoanos. Clemente reclama un concepto de juego para su equipo y la presencia de Koklov parece en disposición de equilibrar las líneas donostiarras: gracias al ruso, la Real creó ayer peligro desde todos los ángulos del campo.

Todos los signos positivos quedaron arruinados por la falta de pegada de un equipo que reclama a gritos un delantero -el mercado invernal todavía está vivo- o un simple segundo de inspiración. Si éste no se produce, la Real Sociedad camina hacia la ruina.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_