Marca con viento de popa
Las cifras del sector turístico andaluz no admiten ningún pero. Desde 1996 su producción ha crecido un 50% hasta alcanzar los dos billones de pesetas y su aportación al Producto Interior Bruto regional ha aumentado progresivamente, convirtiéndose en el principal motor del crecimiento económico de estos años. El incremento de la demanda (el año 1999 se cerrará con 20 millones de turistas, cuatro millones más que en 1996) ha permitido en este período la apertura de casi un centenar de nuevos establecimientos hoteleros y la creación de 30.000 nuevos puestos de trabajo para sumar en la actualidad un total de 150.000 empleos. Tan deslumbrantes datos de bonanza encuentran su principal motivo en la coyuntura económica internacional, pero sin duda enlucen el balance de la Consejería de Turismo y Deportes en su primera legislatura de existencia. El consejero, el andalucista José Núñez, se ha encontrado con viento favorable, pero también ha tenido la habilidad de aprovechar la corriente. No es sólo él mismo quien se atribuye el éxito. La oposición y los agentes sociales también se lo reconocen. El presidente de la patronal hotelera andaluza, Miguel Sánchez, sostiene que los datos dan la razón a quienes, como es su caso, siempre reivindicaron la existencia de una consejería específica para el turismo. Y el portavoz sectorial del PP, Joaquín Ramírez, los reconoce "indiscutibles".
Núñez deja como herencia dos leyes marco en cada una de las materias de su competencia, Turismo y Deportes, pero también una interesante palanca de consolidación y relanzamiento para el Partido Andalucista, empeñado en presentar la consejería en escaparate de la capacidad de gestión de sus dirigentes. También ha encontrado un líder político en el consejero, que encabezará la candidatura de Sevilla al Congreso de los Diputados.
La Ley de Turismo se ha aprobado al final de la legislatura, después de una larga búsqueda de consenso en la Mesa del Turismo, donde están representados sindicatos y patronal. La ley es ambiciosa e introduce aspectos muy novedosos como la posibilidad de que los municipios turísticos accedan a vías de financiación extraordinarias. Sus detractores dicen que ex excesivamente "principalista" y que lo encomienda todo a los posteriores desarrollos reglamentarios.
Núñez, cuyo nombramiento como consejero fue muy cuestionado por el sector por proceder de fuera de él, ha intentado hacer de la concertación su bandera. Los reticentes de entonces reconocen ahora su talante y valoran sobre todo que no ha permanecido agazapado en los despachos. La Mesa del Turismo ha diseñado la ley y ahora discute el Plan Andaluz del Turismo, documento que auténticamente dibujará las estrategias de desarrollo del sector.
Pero si por algo el sector reconoce la labor de la consejería es por la consolidación de la marca andaluza y por el empeño en unificar todos los trabajos de promoción en torno a ella. El distintivo Andalucía sólo hay una ha sido un éxito muy reconocido en el marketing turístico. En un momento de expansión de nuevos subproductos, la diversidad de la oferta de una misma región ha tenido efectos muy beneficiosos, según reconocen empresarios, sindicatos y políticos. Sólo algunos ayuntamientos y diputaciones han tenido cierto recelo por entender que perdían protagonismo, pero no dejan de reconocer los buenos resultados.
A este fenómeno atribuye el consejero la importante recuperación de la cuota del mercado y del prestigio de Andalucía en los mercados internacionales. Andalucía ha pasado de ser la cuarta comunidad turística de España a ser la primera en ingresos, como recuerda también el presidente de la patronal. Ninguna otra región ha visto aumentar su cuota de mercado ininterrumpidamente desde 1994.
Ordenar el sector y tratar de aumentar la calidad de la oferta han sido los objetivos perseguidos con la puesta en marcha de planes como el Senda (turismo rural), el de Señalización (para homogeneizar la información turística en toda la comunidad) o el de Playas, aunque en el caso de éste los elevados costes y la implicación de diversas administraciones con competencia han dificultado su aplicación. Como principal reto pendiente queda conseguir una mayor participación de los agentes andaluces en la intermediación y la comercialización del producto, que sigue excesivamente dependiente de los grandes operadores internacionales.
Grandes eventos
En materia de Deportes, la consejería se encubre tras los éxitos de los grandes acontecimientos. Los Campeonatos del Mundo de Atletismo de Sevilla 99, los Juegos Ecuestres de Jerez 2002, los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino de Sierra Nevada 1997, los Campeonatos de Europa de Natación de 1997, la Ryder Cup del mismo año o la apuesta por la candidatura olímpica de Sevilla, han sido un buen escaparate. El PP reprocha que sin embargo hay un olvido del deporte base y que aún existen graves deficiencias en las instalaciones deportivas.
Todos estos aspectos están contemplados en la Ley del Deporte, de la que llegaron a existir nueve borradores diferentes de proyecto en anteriores legislaturas. Al amparo de ésta se ha aprobado el Plan Director de Instalaciones Deportivas de Andalucía, que contempla unas inversiones de 140.000 millones de pesetas hasta el año 2008 para que la comunidad disponga de un "número adecuado" de instalaciones.
